Sueño ( Sleep)

"Sueño" de Jason Yu pretende, desde el inicio, meter el miedo dentro de espectador. El mismo que tiene la chica de ese matrimonio cuando su marido se despierta a media noche con sueños extraños. 

Ella, interpretado por Jung Yu-mi,  espera un bebé, y cuando se van a la cama empieza el espectáculo de terror. Su marido, interpretado por 

Lee Sung-Kyun ( aquel actor de "Parásitos" de Bong Joon-ho que hacía de padre de la familia adinerada con una mansión donde se le instalan otra familia de posición social baja. No podrá realizar más películas, pues estaba  metido en un líos de drogas y no pudo soportar el proceso de investigación con lo cual se fue al otro barrio), mientras sueña  dice en voz alta: "hay alguien dentro". A partir de aquí se sucederán golpes y ruidos en las puertas con la intención de mostrar que algo pasa ahí. Luego se averiguará que es su propio perro el que realiza los golpes. Luego, al día siguiente, la vecina se queja de que estén dando golpes toda la noche. 

De hecho, es la nueva vecina porque el anterior, más adelante se desvela lo que pasó con el inquilino, ya marchó por lo mismo: el escándalo nocturno que se produce en su piso. El soñador noctámbulo es actor y ya la persigue la palabra sueño en sus guiones. Se suceden los acontecimientos de noche y la esposa se lleva al marido al hospital. Comprueban que tiene un trastorno de sueño llamado REM. Así, esta enfermedad  le lleva a mantener una actividad durante el sueño que es violenta y no logra controlar. Incluso alcanza  una enfermedad degenerativa. En ocasiones, ocurre que daña  a la persona que se encuentre a su lado y, en este caso, su pareja, embarazada, no está para aguantar estos comportamientos incontrolables. En definitiva,  se toman las medidas necesarias para que el tipo, mientras duerme, no la ataque ni, por supuesto, al bebé. El tipo se toma la medicación necesaria para ver qué pasa y a dormir. Sin embargo, el guion puede dar un giro sorprendente al final de todo.

Título original Jam

Año                 2023

País                Corea del Sur

Dirección         Jason Yu

Guion               Jason Yu

Música              Jang Hyeok-jin, Jan Ying-jin

Fotografía         Kim Tae-Soo

Reparto             Jung Yu-mi, Lee Sun-Kyun,

                          Kim Kuk-hee, Lee Kyung-jin,

                          Yoon Kyung-Ho, Kim Keumsoon,

                           Lee Dong-chan.

La trama está contada entres capítulos que no sé si viene muy a cuento. En el primero, las noches en esa cama de matrimonio coreano son muy extrañas. El marido parece estar poseído, pues en cuanto se pone a dormir empiezan a suceder cosas raras, mientras él está como un tronco, no lo despierta ni un cañonazo, ella deambula por la casa con su barriga de preñada y temerosa de lo que pueda pasar en esa casa embrujada. La cosa va a más y el tipo, en el momento de dormirse, empieza a rascarse violentamente sin parar hasta sangrar abundantemente. Ella, el día siguiente, mira en internet y ve que el problema es de estrés. Lo curioso es que el tío se queda tronchado cada noche en la cama y mientras ronca, suceden los acontecimientos  Él, a lo suyo, dormir como una marmota. Pero, por mucho que ponga remedios con unas manoplas de cocina para que no se haga daño rascándose, esto irá a más, porque resulta que es un puto sonámbulo que se mueve por la casa sin hacer caso de lo que le dice su mujer y se acerca a la nevera, la abre y come como si fuera un animal todas las cosas que se guardan dentro. No importa que sean huevos, carne cruda u otras cosas. Ella no puede pararlo. La primera solución será acudir al hospital; la segunda hacer caso a la madre que les dice de ir a un chamán. Así pues, después del diagnóstico grave del médico debe realizar las prevenciones necesarias: nada de cuchillos a mano, nada de alcohol, nada de luz, nada de filmaciones nocturnas y una medicación especial. Aparentemente, la primera noche, después de la visita médica, no pasa nada, pero no es así, pues la perra ha pagado los platos rotos y aparece en la nevera y no está allí porque tuviera calor.

En el capítulo dos aparece un nuevo personaje: su hijo recién nacido. Pese a que la madre le insiste de que lo deje, ella sigue con la suya y achaca sus desequilibrios al sonambulismo y cuando se cure ya habrá pasado todo, pues de día se porta con normalidad. Él insiste en dormir fuera durante un tiempo, pero ella se obstina en que deben afrontar el problema juntos hasta el final. La primera noche, con el bebé en casa, ella está nerviosa, no puede dormir pensando que el monstruo se levante y machaque a su hija.  Ella no duerme, ni vive, ¿ cuánto tiempo aguantara sin que se desequilibre también? Al final, por obra de la madre, recurren a la chaman que con unos cascabeles, nada más entrar en la casa ya quiere sacar el mal. Con esta llegada, da un vuelco la historia y le advierten que hay un fantasma metido dentro de su marido. Averigua y parece ser el vecino de abajo que era un anciano que la acosaba y hace poco murió en su habitación, esto se lo acaba de contar su hija que es la que ahora vive de vecina. El hecho de que la chica no duerma acaba medio esquizofrénica y con intenciones de suicidar a ese fantasma que habita dentro de su marido.

En el tercer capítulo: ella debe ser ingresada en urgencias y él ya está curado. Ella sale y está plenamente convencida de que el fantasma de su vecino le ronda y quiere argumentárselo a su marido con fechas y datos. Comenta que un muerto si pasan diez días y no asciende, no sé dónde subirá, se queda en la tierra como fantasma que es lo que le sucedió al vecino por los ruidos y la fecha de la muerte del anciano. Todos los datos cuadran y ahora es el momento en cargárselo, porque de lo contrario se quedará para siempre en el cuerpo de su marido. Así que la locura de la tipa ya no tiene remedio.

En definitiva, vemos hasta donde puede llegar el disparate humano y aparece un final que se preveía dramático y da un giro con dos posibles interpretaciones: una para los más creyentes de fantasmas y la otra para los que no lo sean tanto. Consigue entretener y mantener en vilo al espectador que ya es bastante.