miércoles, 27 de noviembre de 2024

Thelma: La venganza nunca ha sido tan dulce



Las letras de crédito ya es todo una propuesta retro. Están impresas encima de un bordado del año de la pera. Además, la carátula de la película tampoco es muy prometedora: una anciana, con aire moderna, montada en una "Scooters" eléctrica para personas mayores. Llama la atención una crítica aceptable y pocas propuestas a la vista. Así, las primeras imágenes de "Thelma" del director Josh Margolin ya nos introduce en las peripecias de una anciana, encarnada por June Squibb, con sus dudas iniciales delante de los avances de un ordenador. 



Tan solo está ante una bandeja de un correo y apenas sabe mover el cursor junto a su nieto que no acaba de entender que su abuela haga preguntas como un niño pequeño sobre la computadora. Con todo, el nieto, sentado en el sofá, no acaba de sentirse joven y vital, pues ya piensa que se le cae el cabello y está en trance de separación con su pareja. Sin embargo, la anciana, por muchas dudas que tenga frente al ordenador, se siente orgullosa de su vejez. La señora es el prototipo perfecto para estafarla con cualquier mentira de aprieto de un familiar y que suelte un dinero importante que es lo que sucederá en el transcurso de la peli. Ella se siente Tom Cruise en Misión imposible y se echa a la calle a recuperar su dinero.




 La obsesión que tiene por encontrar al ladrón y darle su merecido se parece a la excelente "Nebraska" de Alexander Payne donde un viejo testarudo intentaba cobrar un anuncio, también engañoso, aunque para cobrarlo tuviera que caminar hasta el otro extremo del mundo. 




En fin, la tarea de localizar a sus estafadores resulta complicado porque todos sus amigos están fuera de combate, en el hoyo y no encuentra colegas en su misión arriesgada. Se siente un tanto decepcionada de haber durado viva tanto tiempo y el poco caso que recibe de sus allegados.

Título original Thelma

Año                 2024

Duración         97 minutos

País                Estados Unidos

Dirección        Josh Margolin

Guion              Josh Margolin

Fotografía        David Bolen

Reparto           June Squibb, Fred Hechinger,

                        Parker Posey, Clark Gregg,

                        Richard Roundtree, Chase Kim,

                        Malcolm McDowell, Sheila Korsi,

                        Hilda Boulware, Carol Cetrone.






La trama trata sobre la anciana que lleva una vida rutinaria tan ricamente y no se preocupa más allá del día a día o del segundo a segundo. Se encuentra feliz sola en su casa museo llena de retratos. Se mantiene en forma después de tragarse multitud de pastillas que reparte ordenadamente en frascos de plástico. Está apurada con el puto ordenador que la lleva de calle, pero no se desespera. Sigue manejando el ratón como si de uno vivo se tratara. Pica las teclas como si fuera un pico de una gallina que toma el grano del suelo. Está claro que las tecnologías no son su fuerte, porque con el móvil también se pelea constantemente. Por lo tanto, es una víctima fácil para los cibernautas ladrones y estafadores. El cebo de la estafa es sencillo: una llamada haciéndose pasar por su nieto que ha tenido un accidente y está en la cárcel, necesita una gran suma de dinero para salvar la circunstancia. Evidentemente, la anciana sulfurada, pica el anzuelo y entrega una pasta gansa a una cuenta particular. Toda la familia se pone en alerta y se reúne cuando ven que es una bola, entonces se calman, pero ya ha enviado el dinero. Ante esa situación, la familia se cuestiona que a sus más de noventa años ya no mantiene las capacidades para estar sola en casa. Ella sabe que ha cometido un error, pero no está tan mal de la cabeza como para que la enchufen en un asilo. Intenta ayudarse con sus contactos, para lanzar un ataque contra sus agresores, pero la inmensa mayoría la han palmado y debe enfrentarse sola. Visita a un amigo que tiene una moto y se va con ella a toda pastilla. Quiere averiguar quién hay detrás del código postal timador. Ahora toca hacerse con un arma de una amiga por si las moscas. Luego la persecución entre su familia y ella que se niega a abandonar su plan de pillar a los ladrones. Su viejo amigo, que no ha tenido más remedio que acompañarla,  le anima para que desista pues se encuentran perdidos y ella le culpa de que sea muy diferente a ella, lo que le contesta que son iguales a estas alturas: "viejos, inservibles". Él sigue con el baño de realidad: "despierta, ya no estamos para estos trotes". Ella, sola en la noche, tozuda como una mula y perdida en el espacio, persistirá en su plan inicial: recuperar lo suyo, a tozuda no la gana nadie. Finalmente, salir de su hábitat diario le lleva a entender que está sola en el mundo, sus amigos fallecieron hace tiempo y el que queda está ingresado. Su mundo se ha derrumbado después de petar la burbuja donde se encontraba tan plácidamente, sin embargo, nunca abandonará su plan hasta que lo consiga.

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