que se ha decidido dedicar su vida profesional a la función de "streamer" que con cuatro participantes en sus conexiones se va a quedar en la más absoluta miseria. Le acaba de comunicar su madre que la abuela, con un suculento patrimonio ( es una hormiguita que ahorra lo poco que gana), tiene cáncer y es raro que dure más de un año. Por lo tanto, aquí ve un filón para meter las uñas en su herencia. Se dedica de golpe a hacerle la pelota y se muere de atenciones con su abuela cuando hasta entonces pasaba de ella. La cinta busca en todo momento la sencillez en que vive la abuela y el nieto intenta acoplarse a esa forma de vida, pero no acaba de unirse bien.
La anciana tiene tres hijos que parecen interesarse por su salud y quieren ayudarla, pero no acaban de convencerla, puesto que lo hacen por caridad y no les sale del corazón. Se ven caso obligados a cuidarla y esto le toca las narices. Así que ella rechaza esas ayudas forzadas. Solo M, el nieto, parece que ha dado con la tecla de tratar a la anciana como ella quiere, con tacto y cariño.
En fin, la intención de M. es la de cuidar a su abuela y de esta manera que le deje toda la pasta, pero los buitres de los hijos siempre acechan con la misma intención. Así, se pretende mostrar unas vidas sencillas de contrastes familiares y sus relaciones. Eso, sin acción ni sobresaltos, tranquilita.
Título original Lahn mah
Año 2024
Duración. 126 minutos
País Tailandia
Dirección. Pat Boonnitipoat
Guion Idem y Thodsapon Thriptinnakom
Música Jaithep Raroengjal
Fotografía Boonyanuch Kraithong
Reparto Putthipong Assaratanakul
Usha Seamkhum, Sanya Kunakorn,
Sarinrat Thomas,Himawari Tajiri,
Pongsatorn Jongwilak,
Tontawan Tantivejakul
La anciana se siente agobiada y, de pronto, sin motivo aparente, su nieto se desvive por ella. Se planta en su casa y todo son atenciones cuando hasta ahora, excepto cuando era pequeño, la distancia es enorme. Hay una distancia considerable hasta que se enteran de que la abuela está enferma y la puede palmar. Por eso, su nieto inicia un acercamiento muy interesado: la cuidará con tal de que le deje la pasta en herencia. La convivencia no es nada cordial, porque todo lo que el adolescente intenta hacerle, a ella le parece mal. Le molesta su presencia. M., el nieto, quiere seguir los pasos de su prima que ha cuidado a un anciano a la perfección, porque es enfermera, y le ha dejado su casa al morir. Ella lo hizo bien, vendió la casa y se hospeda en un hotel para lanzarse a un trabajo laboral que le dé de comer el resto de su vida. El joven no anda con rodeos y le cuenta a la abuela que tiene un cáncer y que le queda poco tiempo de vida, pero que se pueden equivocar. Él quiere cuidarla porque de pequeño también lo cuidó ella, eso es lo que le dice, para convencerla de que le deje estar en su casa. La anciana realiza el mismo tipo de vida que antes de conocer la noticia y el nieto es la sombra que la sigue a todas partes. Viven juntos y el choque generacional es constantes. Él le recrimina la forme de actuar y sus comportamientos y ella le contesta que la deje tranquilo y se largue de su casa. Al nieto le han salido competidores por todos los lados y ahora que la anciana ya sabe que está terminal, los hijos quieren cuidarla y mimarla. Eso lo tiene un tanto descolocado a M, el nieto, que quería para él solo la herencia. La lleva al hospital para realizar unas pruebas y resulta curioso la tanda de espera que se realiza por medio de dejar los zapatos en fila unos detrás de otros en lugar de una espera por números más informatizados. El recorrido de la anciana con su nieto es un camino de sencillez y amor. En fin, mientras los hijos se preocupan de su madre de una forma obligatoria, el nieto ha encontrado la fórmula empática de darle cariño a su abuela en los momentos más difíciles de su vida. Pese a que sus intereses están fijos en la herencia, sin embargo algo positivo y cariñoso surge de pronto en ese relación familiar.
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