lunes, 22 de septiembre de 2025

La mujer del presidente

 


"La mujer del presidente" de Lea Domenach indaga en la biografía ficcionada ( por lo menos ya se encarga la directora de indicarlo nada más iniciarse la película. Quiere que quede claro que la historia parte de la invención de un personaje real y con eso se cubre las espaldas por cualquier denuncia posterior por dejarlos a parir)



de Bernardette Therese Marie Chirac, interpretada por Catherine Deneuve, una anciana subida de peso que en sus días de gloria brilló en hermosura y realizó películas de la talla de "Tristana" o "Bella de día" de Luis Buñuel; "El último tren" de Truffaut. Repasa la trayectoria presidencial de ella y su marido Jacques Chirac, interpretado por Michel Vullermoz, entre  1995 hasta 2007. 



Pretende, por lo tanto, desvelar los trapos sucios del matrimonio en el momento de ser las personalidades más influyentes y de mando de Francia. Lo hace con una sátira que por momentos hace gracia y  creo que no se alejará nada de la verdad. A esas alturas del tiempo en que ocupan el trono, esta señora ya tiene más de sesenta años como su marido, pero ella, la esposa, parece molestar por  donde pisa en la fiesta de celebración de la victoria ( en el año 1995) y en otros lugares. Se mueve en soledad ante los corros de reuniones y nadie la atiende exceptuando a su hija que le dice que irá a otro lugar de representación, no con su marido. La trama, desde el primer momento, muestra un títere en medio del poder que funciona autónomo en medio del tinglado político que es poco menos que una figura decorativa. Salen a la luz los trapos sucios de esa familia honorable. 



Ella se salta las normas y va por libre y deciden colocarle en la chepa a un asesor, interpretado por Denis Polalydes, para pararle los pies cuando hace declaraciones, que no la deja sola ni un momento. En esa trama se incluyen acontecimientos de realce que pasaron en París como el accidente de Lady di, o la final de fútbol entre Francia y Brasil en 1998, esto carga la película con más peso de veracidad. 



 En fin, la cinta es corrosiva y no pierde detalla para criticar cualquier movimiento por pequeño que sea dentro de la acción. Vemos la política desde dentro de las mismas entrañas de la esposa del presidente y los trapicheos de su marido. 

Título original Bernadette

Año                2023

Duración        92 minutos

País               Francia

Dirección       Lea Domenech

Guion            Lea Domenech, Clemence Dargent

Música          Anne-Sophie Versneayen

Fotografía     Elin Kirschfink

Reparto         Catherine Deneuve, Sara Giraudeau,

                      Denis Podalydes, Michel Vuillermoz,

                      Laurent Stocker, François Vincentelli,

                      Lionel Abelanski, Alois Bemadet.





La dama del primer ministro recién elegido Chirac, se ve apartada de la fiesta de la victoria y encima en los medios de comunicación la critican de no asistir a la gala. Ella, en la sombra, es una secretaria de las tareas domésticas, ama de casa obediente a los designios de su marido, el presidente de la República francesa o lo que es lo mismo aquí no pinta nada como un jarrón chino antiguo. Pero ella comenta de su propia boca en voz alta que es muy afortunada de estar casado con el hombre más influyente del país, cuántas mujeres desearían estar en su lugar. Aunque es una mera comparsa, una acompañante de viaje que no pinta nada en las decisiones importantes y solo va junto a su marido y su hija que cortan el bacalao. Así, a ella le dan una fundación como directora de una asociación sin importancia para quitársela de en medio en muchas reuniones. Su hija le recrimina el estilo de ropa rosa chillón con pamela en la cabeza que podría cambiar de moda. Las escenas se suceden con palos constantes entra la familia: un regalo de su hija por la victoria, la figura de un rey que se comía el cerebro de sus contrincantes, así, todo el tiempo con pullas de uno a otro sin parar. Los personajes, como humanos que son, bajan a la tierra y mantienen comportamientos vulgares llevados al extremo, por ejemplo, Chirac, el presidente, llama a su mujer para consultarle el plato que debe pedir en la comida y si por temporada es el apropiado. Sigue la trama con la dama de honor y su hija, consejera del padre, le dice que no se vaya tanto de la lengua en conferencias y que sea discreta por el cargo que ostenta o le va a poner a alguien que la guíe, el cual se encargará de vigilar su imagen para que no se desmadre. La trama sigue ninguneando a la esposa del presidente que en reuniones públicas la sientas fuera de la mesa del presidente y ella lo mira de reojo. Llegan nuevas elecciones y las previsiones son de derrota y subida al mando de los socialistas. En esa vorágine de noticias, el presidente echa alguna "cana al aire" , se comentó que se la pegaba con la actriz italiana Claudia Cardinale, de lo cual se entera su esposa y debe tragar la hiel para no reventar. Llegados a este punto, la presidenta quiere desbancarse de su marido y lograr la popularidad y se fija en la reciente fallecida Diana de Gales con sus donaciones y visitas a los necesitados. Con el tiempo, el cambio de actitud y las formas le dan un nuevo aire a la dama que  saca de quicio al presidente, porque ,ahora, va por libre y publica su biografía. Y ser más famosa que el presidente, eso no lo puede consentir. En fin, hay mucha miga que desmenuzar y asistimos a unos hechos que colocan a cada persona en su lugar con la intención constante de ponerlos a parir una vez pasados los años. Quiere, con ello, resaltar las constantes cantadas del presidente, por ejemplo, una más, en el mundial de fútbol cuando el animador nombre a los jugadores, mientras que el mueve la boca, pero no se sabe los nombres y su hija lo critica. La mujer del presidente, después de ser una cornuda, confiesa que es una tradicional que quiere a su marido. Eso, los ponen a parir y te ríes.

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