"Double Blind" de Ian Hunt Duffy se detiene en las pruebas de un laboratorio que aplican a humanos para experimentar un nuevo producto. La primera imagen ya es suficientemente explícita por sí misma: un ratón que pasa por una guillotina. A continuación entran en juego los participantes que por voluntad propia acceden a una prueba de tomas de unas pastillas en una multinacional farmacéutica. Pasarán unos días tomando un medicamento aumentado la dosis considerablemente para ver sus reacciones. Son unos participantes jóvenes que llegan con ciertas necesidades primarias y se supone que detrás está la prima económica suculenta. Con todo, tienen la mosca detrás de la oreja, porque saben que puede pasar cualquier cosa. No es de extrañar que todo sea una realidad y para las vacunas anti COVID algo de esto se hubiera cocinado dentro del mundo médico.
Parece que el personal se conoce y ya han participado de otras mierdas por el estilo. Claire, interpretado por Millie Brady, tiene una compañera, Alison que no para de dar la murga, cuando ella necesita descanso y tranquilidad. La otra, una compañera para contarle su vida y deseos.
En definitiva, entran siete pringados de la sociedad para realizar pruebas de conejillos de indias y con el tiempo y la medicación empiezan a delirar y a estar chalados completamente.
Título original Double Blind
Año 2023
Duración 90 minutos
País Irlanda
Dirección Ian Hunt Duffy
Guion Darach McGarrigle
Fotografía Narayan Van Maele
Reparto Millie Brady, Abby Fitz
Frank Blake, Brenock O'Connor,
Akshay Kumar, Diarmuid Noyes,
Shonagh Marie,
Pollyanna Mcintosh.
Las sesiones de pruebas de cómo se encuentran es exhaustivo, pero con todo y eso, nuestra protagonista empieza a notar que su cuerpo no responde bien al tratamiento. Los efectos que empiezan a sentir son la pérdida del sueño y alucinaciones. Se desvelan de tal manera que pasan treinta horas sin dormir. Los doctores que gestionan el experimento, en los despachos, parece que se les ha escapado del control del experimento en ciertas personas, ya que no convence a nadie y se quieren pirar de allí, pero cambian de opinión en el momento en que les ofrecen treinta mil euros por cabeza. La fiesta está echada y todos contentos. La pasta les permitirá cumplir con sus deseados sueños. Entre los jóvenes hay un estudiante de medicina que está intranquilo y averigua por su cuenta y riesgo qué está pasando. Pronto se les acabará la juerga de la pasta que les prometieron en el momento en que una de las compañeras, en el momento en que se duerme, empieza a agitarse como poseída, como si tuviera metido en el cuerpo un Alien y fuera un surtidor de sangre. Así las cosas, la prueba está preparada para que en el momento en que se tuerza la situación, en cuestión de segundos se bloquee el espacio y los dejen encerrados en cuarentena de seguridad de veinticuatro horas. El cerebro está muy afectado y en cuanto duerman reventará y morirán como su anterior compañera. Así, no les queda otra que aguantar despiertos hasta que levanten las puertas. Las sensaciones que tienen son como un chute de droga a tope y se mueven por el lugar pedos perdidos. Tienen el cerebro chamuscado que les creará visiones y a la primera de cambio explotará como dinamita en una montaña. En fin, hay mucha alucinación y apagada de luces de relleno para darle intriga, pero no acaban de funcionar. Y sangre, mucha sangre.



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