Tú no eres yo

"Tú no eres yo" de Marisa Crespo y Moisés Romera ( directores y guionistas) se inventan una trama que busca el terror familiar. La historia se desarrolla en la noche de navidad y una pareja con un bebé adoptado ( formada por dos chicas) se disponen a pasar la fiesta en la casa de los padres de una de ellas. Llegan a la casa sin avisar para que la sorpresa sea más impactante, pero se dan cuenta de que eso no es lo que ha producido en la familia. Ese recibimiento frío crea  un mal rollo como si hubieran llegado a la casa dos personas desconocidas que sobran en ese lugar. Se encuentran con huéspedes que ocupan su lugar, una chica que ha tomado su habitación de antes y unos amigos que han desembarcado en el espacio de los huéspedes. Así pues, en la noche, están en una situación adversa y extraña, de tal manera que su padre está dispuesto a sacarlos de allí para que se instalen en un hotel. La relación entre hija, papel principal e interpretada por la actriz Roser Tapias, 

que es la que lleva la carga interpretativa, y la familia es  distante. Parece como si no se conocieran nunca. Esa familia de tarados recurren a sesiones oscuras y macabras con tal de recuperar la normalidad del hijo lisiado y postrado en una silla de ruedas. En el subconsciente del espectador  aparecen los viejos decrépitos de "La semilla del diablo" de Roman Polansky con conjuros y juramentos.

Finalmente, los guionistas intentan nivelar la trama, que hasta entonces está muy a favor de la hija, por el rechazo frontal de sus padres y se dan motivos suficientes para el rechazo, la cual vivirá una pesadilla en sus carnes que descifrará justo al final o no.

Título original Tú no eres yo

Año                 2023

Duración         98 minutos

País                 España

Dirección         Marisa Crespo, Moisés Romera

Guion              Idem

Música            Joan Vila

Fotografía       Víctor Entrecanales

Reparto           Roser Tapias, Pilar Almeria,

                        Jorge Motos, Álvaro Báguena,

                        Anna Kurikka, Pilar Martínez,

                        Yapoena Silva, Alfred Picó.

La hija que vuelve a su hogar por navidad con su familia, otra chica y un bebé negro, se encuentra con una panorama adverso frente a su familia. La situación es rara: una chica que ocupa su espacio y se siente querida, un hermano tetrapléjico que habla con su abuelo fallecido y visiones macabras que delatan una situación de terror. Ella se siente rechazada y no sabe cómo explicar su situación a su compañera. Da la impresión de que el hecho que la hija sea lesbiana es motivo suficiente para darle la espalda, putearla y que se pire cuanto antes de esa casa que ha tomado como familia a otros componentes. La hija habla con su padre para decirle que esa tipa que ocupa su lugar y asiste a su hermano está tarada, drogadicta y embustera que se lo quiere cargar, pero su padre no le hace caso. Con todo eso, ella se siente relegada y menospreciada. Quiere saber qué coño pasa en esa casa que ahora ya no es la suya. Como el padre pasa completamente de ella, va a por la madre para que le explique por qué la ha relegado a la ignorancia. Y le responde que si ella ha hecho con su vida lo que ha querido sin contar con ellos, pues ellos también se han buscado la forma de completar ese vacío. Le recrimina que ha huido y ha dejado a su hermano enfermo. A todo esto, esa chica que ocupa su lugar es una indigente huida de un país que se quedó en su casa para pedir asilo y lleva un DNI falso, con otro nombre. Y al guionista se le ocurre pasar por la tele "Placido" de Berlanga en el momento en que anuncian que el día de Navidad hay que dar cobijo e invitar a la mesa a un indigente. A estas alturas, esa casa se ha convertido en una especie de clan que la hija no acaba de desvelar. La hija real y la suplantada mantendrán una pugna criminal hasta el final. Se monta una fiesta normal de Navidad, pero desemboca en una especie de clan satánico. Las expectativas iniciales eran muy buenas, pero el desarrollo ha quedado un tanto anodino, para dar un vuelco y quedarse con la peña con un final apoteósico.  Para terminar, la hija verdadera ve que la otra ha ocupado su lugar y no sabe cómo lo ha conseguido, porque se ha dado cuenta que es una auténtica estafadora. Abrir los ojos a sus padres es tarea harta difícil. Finalmente, la cuestión está en mantener al espectador en suspense y cargado de terror hasta el final con sorpresas añadidas. Bueno.