Año 2022
Duración 125 minutos
País Rumanía
Dirección Cristian Mungiu
Guión. Cristian Mongiu
Fotografía Tudor Vladimir Panduru
Reparto Marín Grigore, Judith State,
Macrina Barladeanu, Ovidiu Crisan,
Orsolya Moldovan, Racz Endre,
Jozsef Biró, Zoltan Deak,
Cerasela Losifescu, Andrei Finti.
Matthias, protagonizado por Marín Grigori, es un trabajador de desguace de carne en Alemania, pero no aguanta las discriminaciones, insultos y abusos raciales hacia su persona.
El protagonista sale de estampida de Alemania porque ya no aguanta los insultos discriminatorios; pero la vuelta a su tierra se encontrará con aquellas situaciones no solucionadas en el pasado: un matrimonio roto,( con las diferencias sociales que los distancian, ella es la jefa de una empresa de repostería y pan; él, sin trabajo y dando tumbos en la vida) un hijo con problemas de comunicación y un padre envejecido y necesitado de ayuda. Además, debe iniciar un trabajo a un sueldo menor y con otros problemas. La trama gira en torno de ese hijo que con ocho años no habla y es muy temeroso de las cosas. Se le ríen y su padre quiere que sea independiente que suba fuerte como lo es él. Nada de dormir en la cama con su compañera y que aprenda la supervivencia de la zona que se haga hombre fuerte. El otro frente de la historia está en la nueva relación amorosa con su ex esposa. En ese ambiente de hombres rústicos y de ambiente frío, con constantes caída de copos de nieve, se relacionan nuestro protagonista con los lugareños que se quejan de las nuevas personas que llegan para quitarles el trabajo a cambio de salarios ridículos. En todos los lugares ocurre los mismo: aparece la xenofobia y la rabia por el recién llegado. Entonces, la situación extrema de los vecinos la pagan estos personajes que buscar ganarse el pan lejos de sus familiares. Así, ese tipo que se va de Alemania por ser rechazado, ahora hace lo mismo con esas personas extranjeras. Todo ello discurre en las fiestas navideñas. En fin, las discrepancias entre los del terreno y el resto de la comunidad se irán encrespando cada vez más, pues les vetan las entradas en los lugares del pueblo. El colectivo está en contra y quiere que se vayan y como mediador, como siempre, envían al emisario: el sacerdote. Eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en esta página