"Concrete utopía" de Um Tae-hwa propone la subsistencia del personal ante una catástrofe natural en medio de una gran ciudad. Un terremoto de dimensiones imprevistas destruye la ciudad, pero casualmente se queda un bloque en pie y allí acudirán como moscas o como zombis las personas que están bajo los escombros y han podido sobrevivir. El mercado negro de compra y venta de alimentos se inicia entre esos supervivientes. Todo ocurre en Seúl y los personajes contarán su tragedia en el momento en que vivieron la catástrofe y se intercala en medio de las historias para crear conflicto en la trama. La idea, ahora que se han quedado ellos solos en el bloque de pisos, es la de salvarse de la catástrofe y unirse contra los invasores que quieren entrar en el edificio en pie y que han quedado desamparados entre los escombros.
Crearán unas normas y leyes de convivencia que pronto harán agua como lo hace la política actual en cualquier territorio o país. Surgirán diferencias, pues eso de racionar la comida, cumplir las leyes y sobre todo, crear un gobierno con un líder que controle y haga cumplir las normas no es nada sencillo. Hay muchas similitudes con "La sociedad de la nieve" de Bayona por el tema de subsistencia; mientras unos se buscan la vida entre la nieve, aquí será bajo los escombros y los cadáveres de la ciudad, el resto que está fuera intentará cruzar el portal. En definitiva, como ocurre con los políticos, cuando se intenta fundar una nueva sociedad los conflictos aparecerán por todos los lados y la vida dentro, por muy buena que sea, empezará a aparecer discrepancias y la violencia se colará por doquier.
Título original Concrete Utopia
Año 2023
Duración 130 minutos
País Corea del Sur
Dirección Um Tae-hwa
Guion Um Tae-hwa, Lee Shin-ji
Cómic Kim Dong-gyun
Música Kim Hae-Won
Fotografía Cho Hyung-rae
Reparto Lee Byung-hun, Park Ji-hu,
Park Bo-young, Na Chul,
Park Seo-joon, Kim Do-yoon,
Kim Sun-young, Kim Hak-sun.
Los habitantes de ese edificio han tendido la suerte de quedar ilesos y que sus cuatro paredes queden en pie frente al resto de ciudad derruida. Realizan un recuento para que ningún intruso fuera del bloque de pisos se infiltre o acceda a esa especia de lugar milagroso que ha quedado en pie. Lo primero que viene a la cabeza es una reunión de vecinos de escalera donde se plantea un ejercicio de pago por estructuración del bloque. Allí aparecen discrepancias sociales y gritos fuera de lugar. Aquí viven personas de diferentes clases sociales y plantean el problema de si les hubiera pasado en el piso de los ricos nunca les dejarían pasar. Así pues, imaginemos que hay que constituir un régimen de normas, entonces el primer paso será el de designar el líder o presidente de esa comunidad. Así es como se inician las primeras votaciones democráticas: echar a los de fuera que no sean del edificio. Para callar las bocas que pregonan entre propietarios con piso pagado y otros con créditos por pagar le contesta la líder:" ya no hay diferencias, los bancos están hundidos y hoy es lo mismo un pastor que un asesino". Quizás haya alguno por el lugar. Ante esa primera decisión de expulsar a la muchedumbre que aguanta en la entrada se inicia la primera escaramuza de guerra. Llegados a este punto, que ya han expulsado al enemigo, forman grupos con especialidad determinada: los vigilantes, los especialistas en reparaciones, el servicio de enfermería, cuidado de la higiene para que no se produzcan pandemias que los liquiden. Evidentemente no hay víveres para mucho tiempo, por lo tanto, habrá restricciones y se realizarán expediciones en busca de alimentos. Y ellos recaudarán, cuando salen a cazar alimentos, lo que encuentren son dueños de tiendas que se opondrán al saqueo. El representante, líder del edificio, empieza a tener mala fama porque una vecina, recién llegada, dice que es un impostor y no es vecino del bloque. Lo que supone un conflicto grave de resolver. Las medidas de seguridad se radicalizan y si encuentran personas, llamadas cucarachas, ajenas al edificio escondidas por allí, los residentes recibirán una buena paliza. En fin, con todo a su alrededor asolado y sin posibilidades de reconstruir nada y cada vez con menos recursos se empiezan a plantear si merece la pena continuar avanzando más tiempo. Solo hay presente sin futuro. Eso: una catástrofe de la naturaleza o pandémica o nuclear que es lo que nos espera en un momento no muy lejano.
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