viernes, 25 de abril de 2025

Sujo



"Sujo" de Fernando Valadez y Astrid Rondero ( Premio del del Jurado en el festival de Sandance 2024) sigue las peripecias de un niño junto a su padre, narcotraficante, en Tierras Calietes de México, casi desértica. El destino de ese progenitor está más que cantado y a las primeras de cambio, pese a ser poco más que adolescente, dará con sus huesos en la tumba. No es hacer espóiler, pues han pasado unos minutos y  se ve llegar por lo metido que se encuentra en el mundo de la droga. Y el niño, Sujo, interpretado por Juan Jesús Varela, ya de adulto,



 siente en sus carnes las andanzas del crápula de su padre que se va a solucionar cuentas pendientes de dinero negro y sus mierdas y lo deja tirado dentro del coche. Por lo tanto, ese hijo descarriado tiene que desarrollarse en un mundo adverso y metido en ese tráfico de drogas, por mucho que él no quiera. Va de un lado a otro de mano de sus tías y sus primos, de la madre ni se sabe. Y las cuentas con el padre no acaban en un asesinato, sino que los mafiosos buscan al niño que debe saldar también las cuentas pendientes de su padre. La historia se fracciona en varias partes y son como capítulos dedicados a los protagonistas y así avanza la trama con el tiempo. 



Con la llegada de la adolescencia tanto los primos como él se malean con los capos de la droga. Por eso, antes de caer muerto, decide abandonar esa vida y marchar hacia la ciudad.



 En fin, la trama terrorífica está en pasar por las calamidades de un niño condenado antes de hacerse adulto. Sin embargo, siempre hay posibilidades de cambio. Sujo, hace amistad con una maestra de la facultad, pregunta a su profesora, ¿"crees que se puede cambiar la vida"?, y la respuesta, ¡"Sí, ya lo creo"!

Título original Sujo

Año                 2024

Duración         126 minutos

País                 México

Dirección         Fernanda Valadez, Astrid Rodero

Guion              Ídem

Fotografía        Ximena Amann

Reparto            Juan Jesús Varela, Karla Garrido,

                         Yadira Pérez, Sandra Lorenzano,

                          Jairo Hernández, Alexis Vareta,

                          Kevin Aguilar.




La película cuenta las consecuencias que tiene un niño cuando su padre está metido hasta las cejas en un cártel de la droga en una zona agrícola y medio desértica de México donde no hay nada para subsistir. El niño está al cuidado de su progenitor que lo deja tirado muchas veces. Cuando la palma, en una de esas reyertas entre mafiosos, queda al cuidado de sus tías que intentan por todos los medios que no le arrebaten al pequeño, porque los narcos pretenden quitárselo  y meterlo de lleno en el clan mafioso. Necesitan reemplazar el hueco dejado por el padre y las tías hacen lo que pueden por ocultarlo, esconderlo a los mercenarios de la droga, los cuales  con su pistola en mano la amenazan. El muchacho no tiene ni idea de los trapicheos que lleva su padre entre manos. No sabe por qué se esconde de hombres que lo buscan. Solo atiende a los gritos de su tía que le dice que se marche al bosque. Sujo crece junto a sus tías y primos, pero la adolescencia y el calentón de neuronas los lleva a acercarse al alumbrado de la ciudad que se ve a lo lejos. Allí les atrae el jolgorio y darse el lote con las chicas. Estos, liberados de los brazos de sus madres, caen en las garras de los narcos. No hay otra salida en ese lugar donde no hay nada más que desierto. Ya tienen el número asignado que es lo que serán a partir de ahora para los mafiosos de la droga. Sujo entiende que quedarse ahí ya no tiene sentido si quiere vivir, por eso, mejor será largarse a la ciudad. Él aquí busca una manera más decente o con menos riesgo donde echar raíces. Trabaja en un almacén y se acerca por la  universidad. Ese es el destino que desea, pero sin estudios secundarios su trayecto finaliza a las primeras de cambio. Allí tiene la suerte que no ha dispuesto en el campo y una profesora le ofrece sus libros y el camino para llegar a obtener una carrera universitaria. Sin embargo, es difícil que siga por ese camino, pues lleva escrito en la cara soy miserable y lo perseguirán donde vaya. Finalmente, los adolescentes no pueden escapar en ese territorio plagado de camellos y drogadictos. Ellos son carne fresca que pronto será fiambre. Sin embargo, escapar de esa zona e iniciar otra vida con estudios es un proyecto complicado de alcanzar. Plantea, en pocas palabras, si uno puede salir de la mierda que se ha encontrado desde su infancia o, por el contrario, está condenado para siempre ha ser una escoria de la sociedad. Quizá haya  una luz en ese túnel sin salida.

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