"Firebran" de Karim Ainouz plasma en la pantalla los últimos día de vida de un monstruo que se consideraba con la potestad y propiedad de violar a las mujeres que quería y luego condenarlas a la guillotina porque les molestaban por no conseguirle el hijo deseado. El relato histórico, hay que situarse en el año mil quinientos, se inicia como un cuento. Una voz en "off" comenta que viven en un reino sangriento con un monarca "enfadado" y "enfermo". Es una narración de Isabel I que reinó posteriormente más de cuarenta años en paz, de Inglaterra por el terror que paso en su adolescencia en la corte junto a su padre, el rey Enrique VIII, interpretado por Jude Law.
Pues sí, Catalina Parr, interpretado por Alicia Vikander, ( aquella actriz de "La chica danesa" de Tom Hooper), quiere amaestrar al potro salvaje con el peligro de ver rodar sus ojos fuera del cuerpo. En definitiva, el soberano hacía todo lo que le venía en gana, si una dama de cámara era bella y se le cruzaba, pues la tomaba, porque se consideraba de una especie superior a la terrenal.
Se cuenta una porción de vida del rey, pero al villano le deben quedar infinidad de rincones de su historia por descubrir. Los abusos infames siempre dan juego en la pantalla con sus miserables actos. Por poner una pega, si no te empapas de la historia te puedes perder la trama de los personajes malvados que buscan siempre su beneficio.
Título original Firebrand
Año 2023
Duración 120 minutos
País Reino Unido
Dirección Karim Ainouz
Música Dickon Hinchliffe
Fotografía Helene Lauvart
Reparto Alicia Vikander, Jude Law,
Eddie Marsan, Ruby Bentall,
Sam Riley, Erin Doherty,
Bryony Hannah, Patsy Ferran,
Simon Russell Beale.
El relato de la dinastía de los Tudor se inicia al final del periodo de Enrique VIII, hacia mediados del siglo XVI. Empieza con el mandato de la reina consorte, Catalina Parr, en su corte mientras el rey está guerreando por ahí. Ella inicia sus andanzas con una amiga de infancia protestante que hace campaña en contra de su marido. Se implica con ella y la ayuda a escapar regalándole una sortija valiosa. En esto que llega el rey hecho polvo con una pierna medio gangrenada. El pánico inunda la sala. Cualquier desavenencia acarrea pena de muerte. Se mastica la tragedia a cada momento. Es como la llegada del ogro que se va a comer a su séquito. No le importa el recibimiento, ni quiere saber nada de los médicos, pronto se pone a follar como un salvaje. Su única obsesión es crear otro hijo, porque el que tiene lo considera blandengue y mejor tener uno de recambio. El cacique flirtea con el resto de invitadas en los convites y las fiestas. Los delegados y obispos increpan al rey comentando que su mujer es una traidora protestante, porque escribe y ha dado cobijo a una traidora protestante. Manda buscar pistas que demuestren la traición y no le temblará el pulso cuando aparezcan. Así, aparece un complot contra la reina y sale el famoso collar que un día regalo a la protestante y es condenada a muerte. El rey no aguantará más su enfermedad y su muerte da un respiro a la reina. Sobresalen las artimañas de palacio para conseguir el beneplácito del rey, aunque con el gesto mande a la muerte a la reina. Finalmente, vemos la prepotencia del dictador y la valentía de la mujer que es capaz de entrar en el nido de víboras con tal de cambiar la dinámica de las leyes. La nueva reina con treinta años y vigorosa quiere forzar al rey que está en las últimas. Su idea es la de dar a luz y cambiar el rumbo del reino oscuro y doblegar de una vez por todas al temerario monstruo.
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