Los mecánicos no se lo creen y lo toman como un miedoso incapaz de morir por la patria. Es el momento en que entra en acción el monstruo de Godzilla y se lleva por delante al batallón entero. Él se ve obligado a subir a su avión para ametrallar a la bestia, sin embargo, siente indefenso. Allí, todos sus compañeros fallecen menos él. Posteriormente le perseguirán por su deserción en la escuadra Kamikaze, pues su familia cuando lo ve vivo no supone una alegría, sino un deshonor para el pueblo por ser un cobarde.
Sin quererlo se une a una chica que ha rescatado a un bebé que estaba junto a su madre que agonizaba. Son tiempos difíciles para el pueblo japonés. Así, se forma una familia de existencia por pura necesidad de ella. Él intenta encontrar trabajo para llevar adelante esa chabola donde viven que hace aguas como un barco a la deriva mientras llueve a mares. Pronto aparecerá Gojira, el monstruo de las aguas, para remover el guion de nuevo. Es otra vuelta de tuerca de King Kong en medio de la ciudad y creando el pánico a sus habitantes.
Pero en este caso no llega ligado con cuerdas sino que libre y a su propio albedrío. Así, la fiera no para de hacer estragos en la urbe. Por ciertos comentarios de los personajes se puede interpretar como una metáfora de la guerra: el monstruo invencible son los Estados Unidos que lanza fuego destructor por su boca ( en comparación a la bomba atómica que lo arrasa todo) y ellos, pequeñas hormiguitas, lo intentan destruir con sus medios limitados. En fin, no es una película de monstruos al uso, sino que detrás hay una historia humana con el complejo de deserción y considerarse traidor a su propia patria junto a la formación de una familia por interés o casualidad.
Título original Gojira-1.o
Año 2023
Duración 125 minutos
País Japón
Dirección Takashi Yamazaki
Guion Takashi Yamazaki
Música Naoki Sato
Fotografía Kozo Shibasaki
Reparto Ryunosuke, Kamiki, Yuki Yamada,
Minami Hamaba, Munetaka Aoki,
Hidetaka Yoshioka, Sakura Ando,
Kuranosuke Sasaki, Kisuke Sasaki
Kisuke Lida, Yuya Endo.
El monstruo ataca desbocado sin sentido contra todo lo que se mueve, Sucede lo mismo con los humanos y sus guerras que se matan entre sí y destruyen todo a su paso. Así, el sentido común de los humanos no es mucho mayor que el de la bestia que lo arrasa todo a su paso. Volver a casa con vida y todo en ruinas es peor que morir. Ese es el sentimiento del desertor por no estrellarse contra el enemigo y dejar su vida estampada para pasar a la condición de héroe en una placa de una plaza de una ciudad cualquiera. Ahora toda mendigar comida y deambular entre los escombros para que te digan cobarde. Por si no hay suficiente calamidad, al joven soldado se le pega como una lapa una joven con un bebé en brazos que ni siquiera es de ella. Por lo tanto, si uno solo supone un calvario sobrevivir entre las ruines, menos probable será que salgan adelante dos y un bebé. Pero de allí, en medio de los escombros, a ella no la moverán. El siguiente paso del aviador consistirá en encontrar trabajo en una ciudad en ruinas. Aunque, el nuevo empleo implica un riesgo de muerte, ya que consiste en limpiar el mar de minas. Él se avergüenza de esa situación familiar, pues no es un hogar al uso. Delante de sus compañeros comenta, mientras cenan en su casa, que ni una es su esposa ni la otra es su hija. Por ese motivo, después de esa afrenta, ella quiere independizarse de él. Pronto resurgirá Godzila de entre los mares para generar el pánico en la población: carreras, persecuciones, trenes destrozados, edificios hundidos y el monstruo que se pasea con su cola de roca que lo destruye todo. El dragón, cien veces más grande que uno de komodo y de pie, lanza vómitos de fuego por la boca que más bien parece dinamita. En fin, la batalla continúa tanto en el plano ficticio de ese animal de los mares que les tiene una manía no se sabe bien por qué y la relación de pareja, que pese a ser impostada, acaba por buen cauce.
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