Tres colores: azul

Título original    Trois couleurs: Bleu (Three Colours: Blue)

Año                    1993

Duración            98 min.

País                   Francia

Director             Krzysztof

Guión                Krzysztof Piesiewicz & Krzysztof Kieslowski

Música              Zbigniew Preisner

Fotografía          Slawomir Idziak

Reparto             Juliette Binoche, Benoit Régent, Florence Pernal

                           Charlotte Very, Hélène Vicent, Philippe Volter

                            Claude Duneton, Emmanuelle Riva.







https://www.youtube.com/watch?v=wItE0B13L-M

Las sutilezas de los pequeños detalles marcan el cine de Krzysztof. La cámara baja a ras de suelo justo donde se está cociendo lo más importante , lo que influirá en las vidas de las tres personas que van dentro de un coche. Allí se reflejará el manguito de un coche que gotea aceite y una niña con muy poco futuro.  La elipsis siguiente lleva al mismo coche casi a encaramarse por un árbol. Esas son las escenas iniciales de una familia rota, donde ha quedado una mujer abandonada a su propia suerta.

El mundo de la protagonista, Binoche, se ha venido abajo a causa de una desgracia y el suicidio es lo primero que se le viene a la cabeza. Ella debe pasar el mal trago de afrontar su nueva realidad y no sabe como hacerlo. La casa se le cae encima sin los suyos y la primera intención es dejarlo todo, venderlo para que el recuerdo no esté presente en su vida. De qué le sirve un pasado si las personas a las que quería ya no están. Ahora todo le resulta extraño como un decorado donde falta la esencia principal. Necesita sentir de nuevo sobre su cuerpo otras sensaciones y valorar la capacidad de encontrase viva. El primer paso será romper con el pasado,eso sí, antes de abandonarse a su suerte debe saldar ciertas deudas. Por eso, ya que está libre y quedó en su día algún tema pendiente como echar un buen polvo con un amigo, pues ahora puede ser el mejor momento de ejecutarlo. Desea sentirse viva que todavía corre sangre por sus venas y que es capaz de salir de esta situación, de ser otra diferente lejos de su entorno pasado. La nueva vida es inesperada, alterada, no sabe por donde le van a venir los tiros, acostumbrada a controlar las situaciones. No hay nada establecido ni programado. la armonía o monotonía del día a día se ha esfumado en el accidente, ahora queda enfrentarse a lo desconocido.Ella tenía dos opciones suicidarse e irse a la tumba con su hija y marido a quien amaba, o bien, enterrar sus bienes actuales junto con los recuerdos para emprender un nuevo camino con otra personalidad. La película avanza y se suceden problemas diferentes de su estado actual, luego la segunda opción es la elegida.  La cámara se detiene constantemente en primeros planos de la hermosa Binoche que lleva el peso de la cinta. Con todo, los detalles del pasado siguen activos y el tono azul destaca sobre los  demás: la piscina, una lámpara del techo. La calma no puede durar mucho y como si un perro desenterrara los huesos de un muerto, empiezan a aparecer secretos de su matrimonio que la colocan en una situación delicada. Esos detalles ocultados por el difunto se destapan en su propio careto para dejarla al descubierto, noqueada. Si se entera de que su marido tenía una amante y ésta se encuentra embarazada y no lo tienes a él para decirle lo hijo de puta que fue con ella. La felicidad familiar no era lo perfecta que se pensaba ella. Pensaba olvidarse completamente , para rehacer de nuevo su vida y mira por donde que sale ésta para darle por saco. Le acaban de entregar en bandeja de oro una cornamenta que no hace justicia a su persona. No sabe qué hacer ante tal situación. Su intención era otra. disfrutar otra vida ya que la anterior se había arruinado.Pero no hay manera de que la dejen en paz con los recuerdos del pasado, ella que deseaba desprenderse de todo tipo de conexión con todo lo anterior al accidente y ahora viene ésta a perturbarle la vida con lo que lleva dentro. Finalmente, Krzysztof deja siempre un final abierto de amores imposibles y de vidas que sufren sobre sus carnes el curso de la vida.