Título original I'll See You in My Dreams
Àño 2015
Duración 95 minutos
País Estados Unidos
Director Brett Haley
Guión Brett Haley, Marc Basch
Música Keegan DeWitt
Fotografía Rob C. Givens
Reparto Blythe Danner, Martín Starr, Sam Elliott, Malin Akerman,
June Squibb, Rhea Perlman, Mary Kay Place,
Reid Scott, John Beasley, Max gail,
Mark Adair-Rios, Jocelyn Ayanna, Ashley Spillers,
Shoniqua Shandai, Patricia Belcher.
Àño 2015
Duración 95 minutos
País Estados Unidos
Director Brett Haley
Guión Brett Haley, Marc Basch
Música Keegan DeWitt
Fotografía Rob C. Givens
Reparto Blythe Danner, Martín Starr, Sam Elliott, Malin Akerman,
June Squibb, Rhea Perlman, Mary Kay Place,
Reid Scott, John Beasley, Max gail,
Mark Adair-Rios, Jocelyn Ayanna, Ashley Spillers,
Shoniqua Shandai, Patricia Belcher.
"I'll See You in My Dreams" de Brett Haley se mantiene fija en la soledad de la vejez mientras laa cámara recorre los cuadros con fotos del
recuerdo de la vida pasada. La protagonista, Blythe Danner, ( su nombre Carol te lleva a la Carol de
Todd Haynes, pero poco tiene que ver con ésta quizá la sensualidad de la pose
aburguesada de la protagonista) hace su presencia con una cierta apatía de la situación actual. Rodeada por una confortabilidad
que muchos quisieran para sí una vez lleguen a su jubilación: casa unifamiliar,
jardín, piscina. Sin embargo, la vejez no se lleva bien consigo misma ni siquiera en estas
condiciones. Todo hay que decirlo, algo ayuda: la copita de vino, jugar a cartas con las amigas, al
golf. Nunca se sabe qué es más putada si envejecer o morirte cuando ya has
realizado aquello que querías hacer en vida. Para qué subsistir más es estás condiciones para que te visite tu hija de
uvas a peras como una limosna, porque vivir pensando en el pasado no es un buen
plan. La existencia no es otra cosa que una carrera en el tiempo, pero lo malo de
ésta es que a veces ya has llegado a la meta y todavía sigues corriendo: esa es
la gran putada que no te das cuenta de que tu tiempo ya se ha consumido y sigues ahí por si cae una limosna en forma de amor o de caridad. Esos
momentos de la basura viviente se pasan con la sensación de que lo que venga te la suda.
El juego del amor no tiene
límites en esos últimos coletazos, otra cosa es que el cuerpo no aguante un polvo de última hora y la
palmes, pero si es por eso bien venido sea o acaso porque tengas las tetas
pegadas al esternón ya no tienes derecho a tener placer sexual. No, no puede
ser verdad que el amor a estas alturas dependa de que una polla gigante penetre
en una caverna membranosa. Nadie es capaz de darse cuenta de que envejece y con
ello se le va parte del encanto y el motivo de ocupar un espacio en un tiempo
que ya no es el tuyo. Por lo menos la espera de que llegue un jamacuco se puede
hacer más amena mientras se toma unas copitas de buen vino. Se promueven citas a ciegas para buscar una
compañía para que en el momento final, en que la palmes, tengas alguien a tu lado
a quien te puedas agarrar.Y te preguntas,¿merece la pena aguantar a un plomazo de tío para que te sujete antes de caer desplomada en el suelo de tu casa el último día de tu vida? Evidentemente que no, vete a saber si encima no lo tienes que sujetar tú. Mejor sola que acompañada de un coñazo de anciano que te dé la vara el resto de tus días. Sin embargo, si aparece un gentleman con pinta de
vaquero millonario no hay que dejarlo escapar. Mientras que tú apuras las definitivas juergas en este mundo, las
chismosas de turno de alrededor no dejan de merodear por tu casa y se mueren
de envidia de ver que te follas a alguien a tu edad y ellas no. Hay una
elipsis, la toma de viagra no es necesario filmarla, las sensaciones de
felicidad en la cama son acojonantes cuando no se ha follado en varios lustros. Un buen polvo bien vale la pena una muerte digna.
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