Destroyer. Una mujer herida

Título original Destroyer

Año                2018

País               Estados Unidos

Dirección       Karyn Kusama

Guión            Phil Hay, Matt Manfredi

Música          Theodore Shapiro

Fotografía     Julie Kirkwood

Reparto         Nocole Kidman, Sebastian Stan,

                     Tatiana Maslany, Toby Kebbell,

                      Scoot McNairy, Bradley Whitford,

                      James Jordan, Toby Huss.

Las primeras escenas de "Destroyer. Un mujer herida" de Karym Kusama nos llevan directamente a otro personaje con el mismo estilo. Aquel que encarnaba José Coronado, inspector Santos Trinidad para más señas, en  "No habrá paz para los malvados” de Enrique Urquizo, apalancado con un cubata en aquella barra de bar mugriento en una madrugada cualquiera. Esperaba en la madriguera de los mafiosos de la droga para cargárselos a todos. Así, tan ricamente. En esta película

Nicole Kidman aparece tambaleante salida de su coche destartalado y caminando inestable hasta llegar al fiambre y unos compañeros que la miran con sorpresa y comentando:” vete a la cama “. Por lo tanto, la película recae intensamente sobre la espalda interpretativa de la actriz.

La inspectora Eric Bella ha quedado traumatizada por un hecho del pasado con una banda de mafiosos. La película va constantemente adelante y atar con un intento de unir cabos de una vida desesperada. No es necesario matizar los tiempos, pues el careto destrozado de la Kidman nos vuelve a un presente, en cambio, su carita de ángel nos lleva directamente al pasado fatídico. No sé si quieren aprovechar la doble imagen de la actriz, pues parece un tanto imbécil elegir a una bella actriz para deformarle la cara y rodar con ella durante todo el metraje. Así que se inventan ese ir y venir del tiempo pasado al actual que lentamente va destrozando la película. La policía intenta rescatar ese caso que la traumatizó a causa de un asesinato reciente. Se vuelve a activar y recorre las pistas que le lleven directamente al asesino. Con esto pretende limpiar y ajusticiar a sus agresores. En fin, nada que no hayamos visto otras veces mucho mejor contado.