Un blanco fácil

 "Un blanco fácil" ( qué ganas de complicarse la vida cuando el original es perfectamente traducible en  La sindicalista) de Jean-Paul Salomé se centra en el personaje real de Maureen Keaney, interpretado por Isabelle Huppert 

( le impone una fuerza y vitalidad al personaje como debía de ser la activista en la realidad. Recuerda, en parte, a "Elle" de Paul Verhoeven) que realiza el papel de enlace sindical en la empresa Areva del sector nuclear.  Su función es la  de extraer uranio en Niger con el peligro que llevaba a sus empleados, además de la contaminación del medio ambiente. Los directivos, nuevos por el cambio de gobierno, estamos en el año 2012, con la presidencia del socialista François Hollande, se enfrentarán a esa "tocapelotas" que lucha por el pan de miles de trabajadores que se van a ver en la calle por culpa de una alianza con el gobierno Chino que los dejará con el culo al aire y sin trabajo.  Por lo tanto, los trabajadores estaban expuestos, además de la radiación extrema, a una pérdida de su empleo. 

Ella se implica a fondo para combatir o luchar contra el empresario para que se cumpla la ley en el caso de que se produzcan despidos improcedentes. Esto le produce un intenso enfrentamiento con los directores que están en contra de muchas de sus propuestas. A su lado, le asiste en sus penalidades su marido complaciente encarnado por el actor 

Gregory Gadebois. En definitiva, nadie la hará callar si no es por medio de la fuerza mediante agresiones que siempre intentarán tapar.

Título original La syndicaliste

Año                 2022

Duración         122 minutos

País                 Francia

Dirección         Jean-Paul Salomé

Guion               Jean-Paul Salomé, Fedette Drouard

Libro                 Carolina Michel-Aguirre

Música             Bruno Coulais

Fotografía        Julien Hirsch

Reparto            Isabelle Huppert, Marina Föis,

                         Alexandra María Lara, Yvan Attal,

                         Benoit Magimel, Gregory Gadebois,

                         Pierre Deladonchamps, Guilles Cohen,

                         Francois Xavier, Geno Lechner,

                         Aloise Sauvage, Yves Heck.

Una enlace sindical en una empresa siempre supone una piedra en el zapato para el presidente de ésta. El tira y afloja de las negociaciones será una constante carga de problemas. Ella debe prometer la lucha y las mejoras de los empleados, pero no siempre conseguirá lo prometido, porque a veces las leyes pueden decantarse a su favor o en contra. Su papel es el de salvar de la miseria a esas familias que se van a ver en la "putacalle" sin trabajo por los recortes. La trama sigue a la empresa que quiere un empuje del gobierno chino para fomentar la energía nuclear. Entra en una dinámica de espionaje empresarial. La empresa eléctrica estatal E.D.F. está metida hasta el fondo en una dinámica nuclear y por mucho que el reciente elegido presidente sea socialista no se pueden parar los negocios del gran monstruo eléctrico. La sindicalista, reunida con el reciente presidente de la compañía, no admite que la primera medida sea marginar a la mujer para que pueda acceder a cargos directivos. Además, no tolera que lleguen aquí los chinos y se queden con sus puestos de trabajo para que los franceses se vayan al paro y se lo dice a la cara. Ante esa posición, la sindicalista recibirá presiones, amenazas y ataques. Antes de entrevistarse con el presidente del gobierno, le darán un buen escarmiento para ver si no mete las narices donde no debe. Después de las agresiones que recibe, quieren demostrar, el cuerpo de la policía, que todo es un montaje preparado por  ella para presionar contra el sistema. Así, los agentes pretenden confirmar que la violación y el ataque que ha recibido es falso que todo es un invento suyo para tomar mayor protagonismo. En fin, la activista se deja la piel por los demás a cambio de recibir palizas y violaciones que no podrá demostrar, porque el aparato policial está de su contra y quieren hundirla en la miseria más absoluta.