Así que no vemos el tal espíritu, es invisible, no es nada, sino una cámara que se mueve sospechosa y silenciosa con la intención de joderles la vida enseguida. La presencia es sutil: movimiento de cosas o de puertas. Muy diferente de "Los Otros" de Alejandro Amenábar donde la presencia de los fantasmas era visible, humana de carne y hueso. En fin, la fuerza que demuestra el fantasma en mover y destrozar las cosas de la habitación es muy evidente. Lo hace con buenos fines, con la intención de cargarse al malo de la película, pero hasta el final no veremos el giro de la trama.
Título original Presence
Año 2024
Duración 85 minutos
País Estados Unidos
Dirección Steven Soderbergh
Guion David Koepp
Música Zack Ryan
Fotografía Steven Soderbergh
Reparto Chis Sullivan, Lucy Liu,
Julia Fox, West Mulholland,
Carolina Liang, Eddy Maday,
Lucas Papaelias,
Benny Elledge.
La película se va fraccionando por secuencias donde muestra el inicio de una familia cuando compra una mansión grande. Uno de los pintores se niega en redondo a entrar en una habitación sin saber por qué. La presencia del fantasma está en la cámara que no para de perseguir a los dueños, una pareja con dos hijos, que cuentan sus miserias. El fantasma no muestra capacidad de presencia física, pero los personajes sienten algo en el ambiente, como si los espiaran que los pone en guardia. Es una presencia silenciosa y mosqueante que siente el personal. Y es justo de noche cuando los personajes se despiertan alterados de notar un ente que no ven pero que sienten. Y la cámara sigue escrutando las cosas que hay en la habitación de un hijo, incluso se siente con la capacidad de mover unas libretas de encima de la cama. Es un espectro ordenado y le jode ver las cosas desparramadas y fuera de sitio. Pero cómo cuenta la hija del matrimonio que se han movido las libretas y los libros del lugar en que las había dejado, la van a tomar por loca, directamente. Se descubre que la mejor amiga de la hija se murió hace poco y nos insinúa que puede ser el jodido fantasma que merodea por la casa. La joven cree que la acompaña siempre. Y se coloca en el armario desde donde la cámara mira los movimientos de la joven, sus ligues y sus folleteos. Ese tema de la amiga muerta que se aparece sale a relucir en las comidas y el hermano le dice que era una puta drogadicta y ella también lo es y por eso ve visiones y mierdas. El hermano avisa a su padre que la controle porque acabará como sus amigas; fiambre por culpa de la droga. La presencia del fantasma se hace evidente y se la cree en el momento en que destroza prácticamente toda la habitación como si hubiera dentro un pequeño terremoto. Así las cosas, el ente actúa cuando ve en riesgo a su amiga, porque es bueno y quiere que no caiga en la misma mierda que ella. Se esconde en el armario y desde allí actúa. Finalmente, esa cámara, el espíritu, persigue constantemente a los personajes de la familia que se encuentran agobiados y parece que el influjo o la presión del ente les está haciendo mella para que se larguen cuanto antes. La historia no pede acabar más que en tragedia, por si hasta ahora no había suficiente, y con más fantasmas en la nómina de la casa. En fin...
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