que les llega la noticia que el dueño del local ha cerrado el chirringuito y se van todas a la calle. No acaban de creerse la noticia de ese tío, el encargado del local, que viene a sus casas a joderles la fiesta cuando pretendían acabar sus vidas dentro del cabaret y bailando, sin jubilarse ni nada, hasta la muerte. Así pues, el espectáculo se mueve igual que el resto de productos, si no vende entradas, desaparece. No importa que detrás haya humanos y vidas que, después de dedicarse toda una vida a eso, queden destrozadas en la miseria. Recuerda, en parte, aunque no tenga nada que ver, en ciertos aspectos, "La sustancia" de Coralie Fargeat, donde una actriz reconocida pasa a la escoria cuando ya está madura de edad. Más todavía si echamos la vista atrás y vemos la réplica del baile que se mete Jaime Lee Curtis, sin ser la actriz principal, un mero acompañante, en "Mentiras arriesgadas" y aquí lo imita con la desgracia del tiempo a sus espaldas. Aquí también retrata el ocaso de esa bailarina que se le ha pasado la juventud y la belleza y es relegada y rechazada para nuevas empresas del espectáculo en los casting. Está calculado para mostrar el ocaso de una persona que nunca ha triunfado.
En definitiva, muestra el choque frontal que recibe la bailarina por el hecho de buscarse la vida laboralmente en otras compañías, pero ya no da el perfil por su edad y le genera una angustia insoportable.
Título original The Last Showgirl
Año 2024
Duración 86 minutos
País Estados Unidos
Dirección Gia Coppola
Guion Kate Gersten
Música Andrew Wyatt
Fotografía Autumn Durald
Reparto Pamela Anderson, Brenda Song,
Kleman Shipka, Billie Lourd,
Dave Bautista, John Clofine,
Jamie Lee Curtis, David Avne,
Jesse Philips, Patrick Hilgart,
Sean Patrick Bryan,
Jason Schwartzman.
El cierre de un espectáculo de cabaret en un casino deja con el culo al aire a las bailarinas. Especialmente a la protagonista que cuenta sus batallas en el mundo del espectáculo de hace años y esto, por su edad, no le va a beneficiar en nada. La vedet explica a una amiga, más joven que ella, que dejó su proyección personal- dejó de lado a su hija que ahora pretende recuperar sin conseguirlo- por darlo todo en su profesión. Se quedó en Las Vegas alejándose de un chico, ella era joven, a quien amaba, pero que decidió tomar otro camino en otra ciudad y ella no lo siguió. El tiempo ha pasado, sus carnes se han aflojado y el rechazo es total. Está acabada en aquello que de joven fue su ilusión. El mundo se le cae encima, pero lo último es titar la toalla. Quiere tender lazos de amistad con la gente del pasado con su hija que no le hace ni puñetero caso, porque ella se ha dedicado al espectáculo y no por ella y ahora esa falta de atención le pasa factura. Por lo tanto, parece que ya es demasiado tarde para recuperar el tiempo perdido. Decantarse solo en su profesión del espectáculo, cuando ya no la quieren para eso. Se ha quedado sola y abandonada a su propia suerte. La hija visita su espectáculo y le dice a la cara que el espectáculo es una puta mierda unos bailes de desnudos y poco más y por eso, la abandonó a ella y la considera patético. La dejó abandonada en su niñez por una profesión deleznable y se lo suelta en todo el careto, justo ahora que está viviendo su peor momento profesional cuando ya no la quieren- ni su propia hija- y cierran el espectáculo, porque está en declive, ya no van ni las ratas. Encima su hija le ajusta cuentas de su infancia. En ese mundo de bailarinas, donde se cierra el espectáculo, cunde el pánico y no solo le afecta a ella, pues hay jóvenes que marcharon de casa para buscarse la vida y se ven volviendo otra vez a las casas de sus madres que no quieren aceptar. Por mucho que insistan ella en que lo hizo mal, piensa que ha sido dichosa debajo de las luces y en el escenario. Finalmente, la protagonista ha llegado a un final profesional, ella creía que era la hostia, una figura del espectáculo, cuando la hija la ha bajado a la tierra considerando su trabajo como patético. La madre quiere recuperar un tiempo perdido con su hija que ya nunca más volverá.
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