"Vermiglio" ( Gran premio del jurado en el festival de Venecia 2024) de Maura Delpero se desarrolla en una comunidad italiana de los Alpes. Se presenta en invierno, nieve por todos lados, y las secuencias se desarrollan en la casa del maestro de escuela. Estamos al final de la Segunda Guerra Mundial y la escasez en alimentos es considerable.
En ese lugar tranquilo y de buena armonía cambiará de golpe con la llegada de un soldado desertor. Todo se desarrolla en un ambiente gélido y muy rural.El hilo conductor está en el maestro, su familia y la seducción que se verá sometida su propia hija. Él acepta a ese tipo que ha desertado. Se enamora de su hija y se casan, justo se acaba la guerra y el soldado marcha a la ciudad a resolver temas pendientes. En fin, allí ha dejado a una joven embarazada y los días pasan, pero el joven no volverá.
Jorge Alonso director de "Camino de la suerte" mete el dedo en la llaga de la vida sin rumbo por la pérdida de tu ser más querido.
Se centra en el recién viudo, interpretado por Tito Valverde, asolado por la pérdida de su esposa y no acepta ayudas ni pamplinas de su familia. Con ese imagen inicial, en la cama, despertándose junto a un cadáver, sin inmutarse como si ya se supiera todo lo que iba a pasar. La muerte siempre tan cruel, lógica y sencilla, llega porque estás vivo y un día abandonas el cuerpo. No hay más mierda que la que nos espera. Siente milongas de su hija que le dice vente a casa que estarás acompañado. Así, el yerno le dice que quitará su propio despacho para hacerle un hueco. Por eso, ante tanta pamplina de duelo, porque piensa que son todos unos falsos, agarra de la mano su maleta y se desplaza, sin pensarlo ni un minuto, al pueblo, ( Sorihuela del Guadalimar en la provincia de Jaén por la Sierra de Cazorla) lugar de donde salió en la infancia con su esposa.
Pronto viene a la imagen aquel viudo cascarrabias que creó Alexander Payne en "A propósito de Schmidt" encarnado por un gruñón de Jack Nicholson, también los vecinos conectan, en cierta manera, con los comportamientos poco sanos que hay de ciertas gentes de pueblo como ocurre en "Un amor" de Isabel Coixet, donde se murmura chismes y cotilleos. Por lo tanto, pretende mostrar ese ambiente cultural de pueblo: fiestas con sus hogueras y procesiones, las mujeres que barren las calles, el pan a domicilio. Con sus tradiciones y el personal que le encanta entrometerse y chafardear constantemente en las vidas de los demás. Sin embargo, en ese estado de soledad siempre se encuentra a alguien con quien arreglarse la vida: yo te cocino que no tienes ni puñetera idea y tú me arreglas la casa que está completamente destartalada.
Al final, esa casa oscura con las persianas bajadas acaban todas arribas y los espacios se llenan de luz y claridad. Esto quiere decir que se acabó el luto. En fin, el recuerdo de los días pasados y el inicio de una vida en ese momento de su estado existencial crucial destruye al personaje hasta que conoce a alguien que con pequeños detalles le cambia el temperamento y un inicio de vida nueva.
"Vicent debe morir" de Stephan Castang arranca con ciertas expectativas violentas. De entrada, ese cachondeo que se lleva un tipo en una oficina sobre un becario del despacho y le gasta la broma de que como es nuevo le podría traer el café a su mesa. La mofa no ha sentado nada bien en el nuevo, pues a la menor ocasión se lía a trompazos con el portátil sobre la cabeza del gracioso. La brecha en la cara es profunda, pero si no lo paran allí mismo lo deja sin cabeza. La intención no era ridiculizar al muchacho, pero, a veces, hay que medir las palabras hacia los desconocidos.
Es un altercado que deja pasar y no lo denuncia. Sin embargo, la violencia no acaba aquí y ese personaje, interpretado por Karim Leklou, no entiende que en cuanto le miran el careto le dan mamporros sin parar. Así, sin motivo alguno, se suceden las agresiones sobre el mismo tipo y, en la misma empresa, siguen otros atacantes que, en otro caso, lo apuñalan salvajemente en la mano sin motivo alguno. Es una situación extraña, puesto que los agresores se trasforman con solo mirarlo a la cara. Así, no tiene más remedio que denunciarlo a recursos humanos para que esclarezca los hechos y tome cartas en el asunto.
En fin, la situación se complica tanto que se esconde y huye de todos porque la toman con él en el lugar donde se oculte. Solo con mirarle los ojos ya les entran ganas de cascarle fuerte.
"El 47" de Marcel Barrera ( implicado en las causas perdidas y en los tipos marginales como hacía en "Mediterráneo" que cuenta la tragedia en que se ve metido una embarcación Open Arms con la decisión de largarse con su barco a rescatar inmigrantes de Grecia en 2015) se posiciona en los parias marginados que llegan de Extremadura o Andalucía y quieren levantar sus casas en la clandestinidad durante la noche y en las faldas de las montañas escondidos de la gran ciudad de Barcelona. Era un asiento más de los ilegales que se asentaban en la gran ciudad: la montaña del Carmelo ( allí donde Juan Marsé colocaba a su charnego de "Últimas tardes con Teresa" de Gonzalo Herralde y justo un personaje que bailaba con Teresa que se arrima demasiado comenta que es de T. Baró; las barracas en la Perona y chabolismo en el Campo de la Bota. Esa expansión también llegó cerca de la Torre del Barón y por ello pasó a ser el barrio de Torre Baró, en el norte de la ciudad, por detrás de la Meridiana en la cima se levanta la fortificación.
El director ya se posiciona en favor de los desprotegidos y muestra sus penurias nada más iniciarse la primera toma en esa masa de cemento para construir la casa lo mezclan con tierra para que preste más el material. La historia tiene fuerza al agarrarse a un hecho real. El hilo conductor es Manolo Vitali,
interpretado por el gran Eduard Fernández, no podía ser otro, con su mostacho que casi le tapa toda la cara, que lleva a cuestas a una niña y pronto se enrollará con una misionera, interpretada por Clara Segura que se quiere hacer cargo de su hija.
Luchó, aquí se ve como un solitarios que pide sus derechos y siempre son denegados, contra el sistema para conseguir los bienes necesarios: luz, agua y trasporte; pero no estaba solo detrás había un sindicato que lo empujaba y no se comenta. Él es conductor de autobuses, el 47 que lleva el nombre de la peli, y está muy implicado en que su barrio sea considerado como uno más de Barcelona. Los derribos de las casas no están tan alejados de lo que pasa actualmente en los territorios palestinos y los israelitas, los cuales decretan una zona como campo de tiro militar y tiran al suelo las casas de aquellos que llevan en esa tierra mucho tiempo. Eso se puede ver en el documental "No Other Land" de Basel Adra. Cumple con lo que pretende: implicar al espectador del sufrimiento de esa gente recién venida, pero se cuelan momentos que no fueron así, como por ejemplo que un joven Pascual Maragall, interpretado por Carles Cuevas, frecuentara aquel 47 y fuera conocido de Vitali cuando en la realidad lo visito en sus últimos días de vida; o el alcalde,
interpretado por David Verdaguer, de de la época con un traje elegante y de un colorido verde chillón que no se espera en la época mas bien un hombre de corta estatura y con bugitillo imitando al caudillo. Y el gazapo más grande es oírle decir que son alcaldes democráticos cuando estamos en 1978 y las elecciones democráticas fueros un año más tarde. El barrio está lleno de activistas, pero el pequeño personaje de Salva Reina destaca con sus pintadas en el mismo ayuntamiento.
En fin, peli con mucha tirada de taquilla y muy nominada en los Goya 2024. Toca la fibra del espectador que rápido se posiciona en favor de los desprotegidos y en contra de la guardia civil que impone su ley con la fuerza.
Hay que irse muy atrás en el tiempo para encontrar un Almodóvar interesante. por ejemplo, en "Volver" recupera la tragicomendia de los inicios donde retoma a Carmen Maura y la intriga del asesinato recuerda a "Qué he hecho yo para merecer esto"; "Hable con ella" o "Todo sobre mi madre" dramas profundos donde busca el camino que lleva a la muerte. Luego el desierto, tirar de Banderas en "La piel que habito" y "Dolor y gloria", pero ya muy lejos de aquel papel del jovencito actor en sus inicios de "Átame". Aquí, en "La habitación de al lado" ( mejor película en el festival de Venecia 2024), que es justo donde quiere que está su amiga en sus últimos momentos. Echa mano de dos actrices de gran tirada ( nominadas las dos a los Goya 2025), por un lado,
Jolianne Moore ( ya abordó el tema en "Siempre Alice" de Richard Glatzer en aquella ocasión era ella que se quería quitar la vida por un alzheimer galopante), escritora reconocida en la ficción y , por otro lado, Tilda Swinton, amiga de la anterior en la ficción, reportera de guerra y otros trabajos que, pasado un tiempo, le han diagnosticado una enfermedad terminal.
Es un tema, del reencuentro de amigas después de años de olvido que se encuentran por culpa de una enfermedad terminal, ya se ha abordado en otras pelis con más solvencia y un punto de ironía ante la muerte, como en su día hizo Cesc Gay con "Truman", en este caso con dos actores excelentes Ricardo Darín y Javier Cámara o en "Mar Adentro" de Alejandro Amenábar. Hay una puesta en escena de vestuario, colorido muy típica del director que se hace llamativa y luego el trabajo de las actrices es espléndido, pero me deja frío.
No sé qué pintan tanto secundario de categoría con un papel tan limitado: John Turturro, Juan Diego Botto, Raíl Arévalo, Victoria Luengo, En fin, el drama a secas o la comedia en solitario como ocurría en "Los amantes pasajeros" no acaba de funcionarle y lo suyo sería mezclar las dos especialidades drama con comedia.
"Volveréis" de Jonás Trueba repite con los mismos actores de "La Virgen de agosto"Itsaso Arana y Vito Sanz,
nominado al mejor actor en los Goya 2025; también aparece con un mínimo papel, pero intenso el padre de Jonás, Fernando Trueba. Plantea, como lo hacía en la Virgen en aquella ocasión el personaje se encuentra en Madrid en pleno agosto donde no encuentra amigos y está a la deriva. Aquí, en cambio, el conflicto parte de una pareja que llegado el momento se quieren separar. Ya llevan catorce años y así, de pronto, como un juego, les entra las ganas de separarse. Tienen la brillante idea de realizar una fiesta de separación. Por eso, avisan a los amigos y al personal para notificarles la noticia. Ellos lo dicen con naturalidad, que no pasa nada que están bien, pero se separan y lo celebran.
Los amigos no acaba de recibir la noticia con buenos ojos, porque no entienden que se separen y se alegran al mismo tiempo, puede que piensen que están tarados. La película se adentra en una forma de "metacine", es decir, el cine dentro del cine. Y ella, montadora, va creando el mismo relato de la cinta con imágenes en tiempo real. Y esa famosa fiesta de separación es el tema de la película que rueda. El estilo y la forma del desarrollo guarda cierto parecido con "El sol del futuro" de Nanni Moretti. Finalmente, no es que quieran separarse ,pero ya que están metidos en ello por medio de un juego, ahora no se van a echar atrás. Busca contar con sencillez la trayectoria humana de una pareja. No esperes intriga, acción, no. Es otra cosa: encontrar un espacio mejor donde se pueda convivir de otra forma o algo así.
"A Different man" de Aaron Schimberg plantea en los inicios la situación en que se encuentra un actor Edward, interpretado por Adam Peason, ( una especie de hombre elefante que sufre una enfermedad llamada neurofibramatosis, enfermedad del sistema nervioso que crecen tumores sin cesar, en fin, son mutaciones de los cromosomas) con una cara casi deformada.
Más que actor sale en un reportaje donde se intenta incorporar a la vida normal a estas personas con deficiencias. Evidentemente su carrera no es nada gloriosa como se esperaba. Se pasea por el metro siendo la atracción de todas las miradas. El director capta en primeros planos su cara monstruosa. Muestra la presencia de una persona temerosa, siempre en guardia ante las múltiples miradas. Podría tratarse, en cierta manera, de la propia biografía del actor o por lo menos está plenamente metido en su papel por ser un reflejo de su propia vida. Vive constantemente mirado por todo el personal, pero acaba de llegar una vecina que le presta una atención especial, no del modo que lo mira todo el mundo. Su presencia asusta al personal, incluso él nació sin ese estigma que arrastra de su edad adulta.
La amistad de una vecina, interpretado por Renata Reinsve ( la actriz que interpretaba el papel de joven indecisa de su propia existencia en la película "La peor persona del mundo" del director Joaquim Trier), le da un respiro a su desgraciada existencia. Sin embargo, con un tratamiento revolucionario puede sanar y le ocurre al revés de lo que le pasaba al protagonista de "Abre los ojos" de Amenaber que después de un accidente y romperse la cara en mil pedazos, le dan una careta de la copia de su anterior imagen; aquí es el revés, después de sanar debe colocarse la careta de monstruo, porque no se sabe ver de esa manera.
En el momento de cambiar de careto, entra en juego el nuevo actor Sebastian Stan ( actor que encarnaba el papel de Tramp en "La historia de Tramp" de Ali Abbasi), y sus experiencias cambiarán completamente. Supone ser el mismo, pero al mismo tiempo renacer en otro por su aspecto externo. En definitiva, debajo de ese monstruo se esconde una persona con sus sentimientos humanos y su ternura que otros piensan que no dispone y eso le causa nostalgia, mal rollo en su pensamiento.
"Club Zero" de Jessica Hausner ( Club de protesta agrícola) de la directora de "Amour Fou" con el tema del suicidio por medio en este caso sigue con un drama entre familias. Aquí, aborda, desde un plano social acomodado, la obsesión de una profesora de dietética por inculcar el ayuno a sus estudiantes. Estos, uniformados con rigor por encontrarse en un colegio privado, son alumnos de condición social alta, se van decantando lentamente a las propuestas de su docente. Detrás de los jóvenes pijos se esconden sus padres que consumen su tiempo tirados "a la bartola" en tumbonas en sus lujosas mansiones.
Es un padre de estos chicos el que ha propuesto al colegio una profesora dietética para que les imparta una clase. La puesta en escena del decorado es chillón con unos coloridos vivos, azules, amarillos, naranjas, que sobresalen en cada plano. Las clases siguen desde un punto de vista de economía del alimento con el fin de dejar en descanso el estómago. Por lo tanto, la profesora promueve a sus alumnos a consumir menos alimentos puesto que no los necesitan.
Así, la culpa de la hambruna de una parte del mundo es de la familias que despilfarran sin cesar. Este concepto radicalizado hasta un extremo de ayuno máximo, lleva a unos alumnos a concienciarse de no comer y entrar en un estado de anorexia. Las clases se han convertido en un experimento vicioso como ocurría en aquella fantástica película "La ola" de Dennis Gansel donde un profesor realiza un experimento de régimen totalitario con sus alumnos que se le va de la mano. En este caso sucede algo parecido.
En definitiva, la profesora busca una alimentación sana mediante el ayuno, pero los extremos de este método pueden causar enfermedades neurodegenerativas. También hay momentos en que hace la aparición el aburrimiento, pero aguantas para saber cómo resuelve el embrollo.
"El amor de Andrea" de Manuel Martín Cuenca ( su temática siempre intenta ahondar en las neuras de los personajes hasta llegar a la máxima profundidad de sus consecuencias. Así, por ejemplo, en "La hija", la obsesión por conseguir un hijo a toda costa es el desarrollo del tema, aunque se haya de forzar a la madre hasta límites insospechados ; en "El autor" la fijación está en ese tipo que quiere ser escritor a toda costa y triunfar, porque si su mujer que es imbécil, lo consigue, él no será menos, aunque no tenga capacidad para ello; "Caníbal", comer carne humana como algo normal del esquizofrénico personaje después de descuartizar el cadáver. Con ello destapa las manías que hay en el interior del ser humano. ) nos introduce de lleno en el ambiente cultural en que se va a mover; una procesión de Semana Santa en Cádiz y su ritual del paso por las calles mientras introduce los créditos. Aquí, el personaje adolescente,
interpretado por Lupe Mateo Barrero, actriz novel, que muestra espontaneidad del recién llegado a la profesión y un marcado acento andaluz, tiene grabado en su cabeza una fijación que no la deja vivir: por qué les abandonó su padre. Por eso, lo persigue en la procesión, ya que es costalero y por donde se mueve. La sensación inicial es de paz, quietud y tranquilidad, pero el fuego va por dentro. Sin embargo, el conflicto llega pronto cuando ve que la falta de su padre supone que ella no pueda liberarse de la esclavitud de cuidar a sus hermanos pequeños que lo hace con delicadeza, pero no le dejan vivir su momento de adolescente.
Así, toman el catamarán de la bahía de Cádiz para visitarlo y pedir explicaciones. Persigue y acosa al guía de la familia que acabará defraudándola. En fin, la joven se debate en su interior por saber la realidad de esa relación rota entre sus padres. Quiere que alguno de los dos le diga la verdad de esta situación que no le quieren contar ni uno ni el otro. Así no se puede concentrar en ser ella misma. Quiere explicaciones.
"Como hacerse millonario antes de que muera la abuela" ( un título más corto igual quedaría mejor o sería preferible:" cómo ser un buitre con el dinero de la anciana") de Pat Boonnitiat va de un joven holgazán, interpretado por por Puttipong Assaratanakul,
que se ha decidido dedicar su vida profesional a la función de "streamer" que con cuatro participantes en sus conexiones se va a quedar en la más absoluta miseria. Le acaba de comunicar su madre que la abuela, con un suculento patrimonio ( es una hormiguita que ahorra lo poco que gana), tiene cáncer y es raro que dure más de un año. Por lo tanto, aquí ve un filón para meter las uñas en su herencia. Se dedica de golpe a hacerle la pelota y se muere de atenciones con su abuela cuando hasta entonces pasaba de ella. La cinta busca en todo momento la sencillez en que vive la abuela y el nieto intenta acoplarse a esa forma de vida, pero no acaba de unirse bien.
La anciana tiene tres hijos que parecen interesarse por su salud y quieren ayudarla, pero no acaban de convencerla, puesto que lo hacen por caridad y no les sale del corazón. Se ven caso obligados a cuidarla y esto le toca las narices. Así que ella rechaza esas ayudas forzadas. Solo M, el nieto, parece que ha dado con la tecla de tratar a la anciana como ella quiere, con tacto y cariño.
En fin, la intención de M. es la de cuidar a su abuela y de esta manera que le deje toda la pasta, pero los buitres de los hijos siempre acechan con la misma intención. Así, se pretende mostrar unas vidas sencillas de contrastes familiares y sus relaciones. Eso, sin acción ni sobresaltos, tranquilita.