Título original T2: Trainspotting
Año 2017
Duración 2017
País Reino Unido
Director Danny Boyle
Guión John Hodge
Música Rick Smith
Fotografía Anthony Dod Mantle
Reparto Ewan McGregor, Robert Carlyle,
Jonny Lee Miller, Ewen Bremner,
Kelly Macdonald, Shirley
Henderson, Steven Robertson,
Anjela Nedyalkova.
La primera imagen ya es muy
significativa con respecto al tiempo y el paso de éste por las personas: una
máquina de caminar en un gimnasio y un tío que no aguanta el esfuerzo de ésta y
se desploma. Este inicio ya marca
o muestra que el tiempo puede hacer mella en los cuerpos que han sido
maltratados, sobre todo el de nuestros protagonistas que se han dado a la mala vida de la droga y el alcohol.
La película "Trainspotting 2" de Banny Boyle quiere detenerse en aquellos personajes de su película anterior Trainspotting ( película que lo lanzó a la fama mundial, luego vendrían la oscarizada "Slumdog Millionaire" aquel concurso que cuenta las peripecias de un adolescente en un suburbio de Bombay, "127 horas" las aventuras de un excursionista intrépido que las pasa canutas o
"Steve Jobs" que cuenta la vida del famoso informático), ahora retoma a aquellos cuatro crápulas, los cuales el tiempo ha pasado por ellos. Ya no son jóvenes locos, pero las ideas son las mismas o peores. Estamos ante una película independiente, separada de la anterior, pero el reflejo de la otra, colapsa a ésta, porque se retoman los recuerdos del pasado, es decir, los protagonistas, pese que intenta darles una coherencia actual, siguen con sus neuras de lo que fueron ( ninguno parece que ha avanzado ni un ápice en un comportamiento desenfrenado). Esto hace que el reflejo de la anterior película se cuele por las costuras de la nueva cinta. Y eso no sé si es bueno o no, porque quien no haya visto la anterior puede que no recoja el hilo conductor de la trama. Esos actores
Edwan McGregor, metido de droga hasta las cejas, ahora viene del extranjero para reunirse con la peña que dejó hace tiempo , pero con el problema de que los timó y los dejó tirados y eso no se lo perdonarán;
Robert Carlyle ( aquel líder junto a unos colega que pretenden montar un espectáculo de strip-tease en la excelente "Full Monty" de Peter Cattaneo), un tipo que se pone de bebida hasta el culo y lo único que busca es reventarle la botella de cristal en la frente del primero que se le presente delante no puede haber pasado los veinte años de diferencia en otro lugar que no fuera el trullo.
Ewen Brenmer en el papel de Spud, otro de los colgados, con el mismo aspecto de empanado mental, ha pasado un tiempo de albañil y en menos que canta un gallo lo ha tirado todo por la borda.
Jonny Lee Miller, el rubio que se entretenía a disparar perdigones con una escopeta en el culo de los chuchos, ahora es un chantajista. Da la sensación que el tiempo ha pasado por sus caretos que los ha envejecido, pero ni han progresado en la vida, porque mantienen el mismo espíritu de perdedores, ni llevan cuenta de hacerlo.
La película "Trainspotting 2" de Banny Boyle quiere detenerse en aquellos personajes de su película anterior Trainspotting ( película que lo lanzó a la fama mundial, luego vendrían la oscarizada "Slumdog Millionaire" aquel concurso que cuenta las peripecias de un adolescente en un suburbio de Bombay, "127 horas" las aventuras de un excursionista intrépido que las pasa canutas o
"Steve Jobs" que cuenta la vida del famoso informático), ahora retoma a aquellos cuatro crápulas, los cuales el tiempo ha pasado por ellos. Ya no son jóvenes locos, pero las ideas son las mismas o peores. Estamos ante una película independiente, separada de la anterior, pero el reflejo de la otra, colapsa a ésta, porque se retoman los recuerdos del pasado, es decir, los protagonistas, pese que intenta darles una coherencia actual, siguen con sus neuras de lo que fueron ( ninguno parece que ha avanzado ni un ápice en un comportamiento desenfrenado). Esto hace que el reflejo de la anterior película se cuele por las costuras de la nueva cinta. Y eso no sé si es bueno o no, porque quien no haya visto la anterior puede que no recoja el hilo conductor de la trama. Esos actores
Edwan McGregor, metido de droga hasta las cejas, ahora viene del extranjero para reunirse con la peña que dejó hace tiempo , pero con el problema de que los timó y los dejó tirados y eso no se lo perdonarán;
Robert Carlyle ( aquel líder junto a unos colega que pretenden montar un espectáculo de strip-tease en la excelente "Full Monty" de Peter Cattaneo), un tipo que se pone de bebida hasta el culo y lo único que busca es reventarle la botella de cristal en la frente del primero que se le presente delante no puede haber pasado los veinte años de diferencia en otro lugar que no fuera el trullo.
Ewen Brenmer en el papel de Spud, otro de los colgados, con el mismo aspecto de empanado mental, ha pasado un tiempo de albañil y en menos que canta un gallo lo ha tirado todo por la borda.
Jonny Lee Miller, el rubio que se entretenía a disparar perdigones con una escopeta en el culo de los chuchos, ahora es un chantajista. Da la sensación que el tiempo ha pasado por sus caretos que los ha envejecido, pero ni han progresado en la vida, porque mantienen el mismo espíritu de perdedores, ni llevan cuenta de hacerlo.
