miércoles, 22 de marzo de 2017

Berberian Sound Studio



Título original Berberian Sound Studio

Año                2012

Duración         92 minutos

País                Reino Unido

Director           Peter Strickland

Música            Broadcast

Fotografía        Nic Knowland

Reparto           Toby Jones, Tonia Sotiropoulou

                        Cosimo Fusco, Susanna

                        Cappellaro, Layla Amir, Eugenia

                        Caruso, Hilda Péter, Chiara D'Anna

                        Katalin Ladik, Guido Adorni, Lara

                        Parmiani, Antonio Marcino, Suzy

                       Kendall, Salvatore Li Causi 

La película, "Berberian Sound Studio", de Peter Strickland puede rayar el absurdo depende de cómo te pille ese día. Así, en el caso de que no entres en ella, no te esfuerces demasiado porque  no es que haya más de lo que ves sino que hay un juego de sonidos de terror que te inducen a las imágenes que no se muestran. En el caso de que no no las captes será porque no estás para esas historias. Por lo tanto, si te parece una chorrada impresionante píllate un libro y a otra cosa. La historias se mueve entre el papel de un personaje profesional y discreto frente a un extraño lugar y a unas gentes muy diferentes a él. De tal manera que una persona con un carácter prudente y educado puede trastornarse en un medio ajeno a su forma de vida. 

Eso le pasa a nuestro personaje, Toby Jones excelente actuación, que parece mantener dos aliados: una araña

 ( el mismo actor parece que le van los animales pequeños ya lo veíamos con una pulga entre sus manos, que por cierto se le hace gigante, en "El cuento de los cuentos" de Matteo Garrona) y las cartas de su madre en su casa natal. En fin, de la misma manera que con los libros encontramos frases que nos conducen a unas imágenes, en este caso, los sonidos del pánico nos llevarán a secuencias y momentos de asesinatos, masacres y violaciones.





La cinta cuenta la llegada de un técnico, Gilderoy, de sonido a los estudios italianos donde se producían los sonidos de terror con materiales de lo más variopintos, desde cortar sandías con hachas hasta arrancar las hojas a un rábano para que se parezca a un tirón de pelos. La situación se complica desde el primer momento en que la relación con el jefe de sonido es tensa y la burocracia de la empresa poco menos que siniestra, pues se le deniega el cobro del billete del avión. El personaje es un técnico, pero de otras características diferentes, pues no está acostumbrado a las formas y el trato descortés y directo con su persona y menos las técnicas que se emplean con los empleados. Todos estos factores de  terror constante y la tenebrosidad que se sigue cada día le llevan al borde de la locura. En definitiva, película que para muchos será un auténtico bodrio y no aguantarán más allá de cinco minutos, pero la interpretación del actor principal y las sensaciones sonoras de las técnicas macabras inducen a situaciones vividas en cintas del pánico.   

   

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