System Crasher

Título original  Systemsprenger

Año                 2019

Duración         110 minutos

País                Alemania

Dirección        Nora Fingscheidt

Guión             Idem

Música           John Gürtler

Fotografía       Yunus Roy Imer

Reparto          Helena Zengel, Albrech Schuch,

                       Gabriela María Schmeide,

                       Lisa Hagmeister, Julia Becker,

                       Till Butterbach, Peter Schneider,

                      Barbara Phillipp, Stella Brückner,

                     Maryam Zaree, Hadi Khhanjanpour.

Benni tiene problemas de convivencia. Es una niña de nueve años, papel notable interpretado por 

Helena Zengel, incapaz de relacionarse con el resto del mundo. Tiene depresiones constantes y la lía allá donde esté. Su capacidad de convivencia es nula. No atiende a nada y, en su lecho familiar, sus padres no pueden con ella. Oso de Plata y del jurado del Festival de Berlín 2019 "System Crasher" de Nora Fingscheidt insiste en ahondar en esa infancia desesperada en busca de una salida en esa vida insoportable para la niña y todo lo que le rodea. En fin, la adolescente busca encontrar su lugar en el mundo.

Los primeros minutos nos da la sensación de asistir a un monólogo de rabietas que llegan más allá de la violencia personal. La protagonista no necesita ninguna excusa para liarla, pues su estado anímico y desequilibrado ya le da para actuar siempre con violencia contra todo aquel que se le interponga en su camino. No hace falta motivo, porque si no hay, ella lo buscará. La adolescente se pelea y se enfrenta a todo el mundo. Por allí por donde pasa necesita comportarse como ella quiere. Busca el enfrentamiento, la pelea se siente sola contra el mundo. Todos están contra ella o al menos eso es lo que piensa. Su familia no puede con ella, por eso se encuentra recluida en un centro, pero se escapa hacia su casa siempre que puede. No tarda en liarse a puñetazos con sus hermanos, el padre o compañero de su madre y la policía hará acto de presencia. Entra constantemente en crisis de histeria que no puede controlar. Su comportamiento llega a la esquizofrenia y no hay más remedio que aplicar un tratamiento  que puede producir sus impulsos violentos. No encuentran solución ante un caso igual, pero por qué no llevarla a un lugar diferente desconocido para ella: la naturaleza un lugar donde no hay nada, ni luz eléctrica, ni adelanto alguno. Pasado el tiempo en la montaña no quiere abandonar a su cuidador, le ha resultado el mejor momento de su vida y volver al centro de adopción no es lo que quiere. Se siente abandonada y quiere un hogar una familia que parece que acaba de encontrar con su vigilante. Benni vuelve a la civilización y sigue con las andadas de antes. Todos los programas y salidas que le buscan en su vida fracasan. En definitiva, encuentra su lugar ideal en plena naturaleza, pero debe volver a su lugar de origen.