Arantxa Echevarria sabe llegar al fondo de los temas para tocar la fibra sensible del espectador. Ya lo hizo en "Carmen y Lola" donde se sumergió en la cultura gitana y allí encontró la frescura de su forma de vivir. Es un relato marginal del mundo gitano que cuentas las peripecias de una adolescente frente a los mitos y costumbres de su pueblo que ella no acaba de encajar. En un espacio de mercadillo que es el medio en que se ganan la vida y contemplando el colegio como algo innecesario. La adolescente se comporta en rebeldía de sus costumbres. Aquí con "Chinas" la directora se zambulle en las familias de procedencia china que han llegado a Madrid para prosperar y darle una vida mejor a sus hijos y viven miserablemente del dinero que sacan de un bazar. Trabajan día y noche y viven arriba de la tienda.
Sus hijos, una adolescente de diecisiete años, interpretado por Xinyi Ye, y otra de nueve, interpretado por Daniela Shiman Yang, no acaban de integrarse en la sociedad, porque reciben ataques xenófobos.
Además, esas niñas viven dentro de casa y no pueden salir. Están como en un gueto, pues se respetan las costumbres de su país: hablan su idioma, se nombran con sus nombres originales y la comida siempre suya y se niegan en todo momento a hablar ni una palabra en castellano. La historia se desarrolla en el barrio madrileño de Usera. Frente a esta familia que viven de lo que se saca del bazar se encuentra otra familia acomodada y española que han adoptado a una niña de origen asiático, pero que no acaba de integrarse, porque se ve diferente.
En definitiva, cuenta la dificultad de integrase en una cultura ya sea porque los padres no quieren formar parte de la comunidad que viven más de veinte años como ocurre en el primer caso o bien, en el segundo, que los padres son de aquí y la niña se siente rara dentro de una familia adoptiva que claramente ve que no pertenece.
Título original Chinas
Año 2023
Duración 118 minutos
País España
Dirección Arantxa Echeverría
Guion Arancha Echeverría
Música Marina Herlop
Fotografía Pilar Sánchez Díaz
Reparto Daniela Shiman Yang, Xinyi Ye,
Pablo Molinero, leonor Watting,
Carolina Yuste, Valeria Fernández,
Julio Hu Chen, Yeju Ji, Elia Qiu.
Una de las primeras imágenes ya de por sí marca la temática de la película. Una niña de procedencia asiática vestida con el traje de primera comunión que entra en un Bazar chino para comprar un helado. Los dueños de la tienda le hablan en chino que ella no lo entiende y le preguntan qué hace vestida así. Ellos no comprenden que uno de los suyos vaya así, porque nunca dejarían a su hija vestir de esa manera. Por tanto, la tienda por mucho que se encuentre en un barrio de Madrid es su mundo y su pequeña Asia. Allí están refugiados, aislados y quieren que sus dos hijas estudien, saquen buenas notas y vivan bien, sin ser unas campesinas que es lo que les hubiera tocado en su país. Así, la niña del vestido de comunión y la del bazar serán nuevas compañeras de clase, porque la primera ha cambiado de colegio ( se supone que iba a uno privado y por su condición le hacían "bullying", no se dice pero se entiende) Aquí, en un colegio público, eso pensaba su madre adoptiva, que siempre quiere lo mejor para ella, considera que es más multicultural y se integrará mejor. De la misma manera que la apuntará a extraescolares del idioma chino para que aprenda su cultura de origen. Sin embargo, la niña mantiene el complejo de tener a unos padres de aquí y ella quiere saber de sus padres biológicos que cuando se entera maldita la gracia que le hace. En cuanto a la segunda chica, la hija de los dueños del supermercado, está contenta e integrada a la cultura, pero sus padres no. Esto le acarrea problemas porque primero que no entiende las cartas que le llegan a casa del colegio y segundo, que cuando hay una reunión no sabe qué le dicen y debe recurrir a su hija para que le traduzca. Sus padres no han tenido ningún interés en integrarse en la cultura local y así les va. Además, la lleva al colegio su hermana mayor que se siente acomplejada cuando los de su edad la llaman insultándola "china" o "chinita". Ella no se calla, se defiende, pero con el desgaste psicológico que eso conlleva. En casa no la dejan salir, pero como le han buscado a un chico asiático, como pareja de conveniencia, ya puede salir a deshoras. Se llevan más de ocho años, pero sus padres tienen un restaurante y puede ser un buen partido ( matrimonio de conveniencia). Ella lo utiliza para que le dejen ir de farra y luego lo abandona en una plaza hasta que vuelve, después de una fiesta, medio pedo. Mantiene una relación con los chicos del barrio hasta llegar a extremos sexuales que ella no quiere llegar, pero con tal de no ser criticada de monja y de cobarde accede. Al final prefiere abandonar esa vida de crápula y quedarse con el chico "modosito". Por otra lado, la historia de su hermana toma fuerza y ve que muchas de sus ilusiones no se cumplen como es el caso de hacer una fiesta en un MacDonald's para todos sus amigos del cole. Ella roba el dinero que dejan los clientes en la mesa, calderilla que mete en un cerdito de hucha, pero al romperlo, el día de su cumpleaños, ve que no llega para todos. En medio de todo eso, se producen enfrentamientos entre las dos familias: la española de buena situación social no acaba de ver feliz a su hija y menos cuando ella mantiene una conversación con su madre biológica y, por la otra parte, la niña del bazar se siente incomprendida por sus padre porque no son capaces de echar la carta a los reyes. En definitiva, quiere mostrar la poca integración de las familias asiáticas en un lugar que no se encuentran bien, no siempre es cuestión económico, sino de empatía de la sociedad hacia ellos. La indiferencia cultural de los que llegan a un país y el rechazo de los que se encuentran en él supone una bomba de incomprensión difícil de salvar entra las dos culturas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en esta página