La joven y el mar

 

"La joven y el mar" ( basada en el libro de Glenn Scout)del director Joachin Ronning ( cuando ha tratado de temas de mar le ha ido muy bien, ahí está "Kon-Tiki" una aventura apasionante donde un explorador noruego, Thor Heyerdahi, quiere demostrar que con una barca de madera se puede cruzar el Pacífico y demostrar que los indígenas llegaron a América antes que Colón) repasa la historia verídica de Gertrude, "Trude", Ederle ( interpretada por Daisy Ridley)

 primera mujer en cruzar el Canal de la Mancha en 1926. La historia autobiográfica se inicia en 1914 en Coney Island ( Nueva York) después de hundirse un barco y palmarla un montón de mujeres por no saber nadar, su madre decide que sus hijos aprenderán bien este deporte. Con una puesta en escena muy cuidada, la historia sigue los pasos de esa familia donde la hija está a punto de morir y resurge para conseguir sus metas de natación. En esa entrega constante por sus objetivos, en el mismo campo del deporte, la natación, se sitúa la película "Nyada" de Elizabeth Chai y Jimmy Chin, donde se cuenta la insistencia de una deportista, Diana Nyad, interpretada por Anette Bening, por atravesar a nado los 180 Km. que separan Cuba de Florida. 

En fin, los hechos reales demuestran que con tesón y fuerza de voluntad se pueden conseguir las metas que se persiguen por muy lejos que se encuentren éstas, por capacidad de superación.

Título original Young Woman and the Sea

Año                 2024

Duración         100 minutos

País                 Estados Unidos

Dirección         Joachin Ronning

Guion               Jeff Nathanson

Novela              Glenn Stout

Música              Amelia Warner

Fotografía         Óscar Faura

Reparto             Daisy Ridley, Stephen Graham,

                          Tilda Cobham-Hervey,

                          Kim Bodnia, Jeanette Hain,

                          Ethan Rouse, Doc Butler,

                          Yordan Angelos, Robert Eades,

                          Sava Dragunchev, Glen Fleshler,

                          Tessa Bonham Jones.

La época en que discurre la protagonista no lo tiene nada fácil para convencer a sus padres para que la enseñen a nadar. No está bien visto que las mujeres aprendan este deporte, pero ante la cabezonería de la niña nada pueden hacer los progenitores para disuadirla. Ahí tienes al padre con una cuerda atada a la cintura de la niña para que haga sus pinitos en la playa. Pasa de la niñez a la adolescencia y su madre la apoya en el tema de la natación, pero cuando se lo comentan al padre se "descojona" de risa, por el machismo típico de siempre, porque las mujeres no pueden apuntarse a equipos de este deporte ya que solo es para hombres. La madre lleva a las dos hermanas a la Asociación Femenina de Natación, donde la entrenadora les mete caña nada más entrar y defiende el lugar de la mujer, y comenta algún ejemplo, pues acaso en la selva quien caza es la leona o la líder de las colmenas es la reina. Pero no es nada fácil que las acepte y menos Trude que nada como un perro mareado. Ella es el patito feo que no quiere dejar su ilusión y acepta el trabajo duro de alimentar la caldera con carbón para mantener el agua caliente de la piscina, pese a que el resto de chicas se le rían en el careto. La madre se obstina que nadarán las dos. Esto es un club privado y ellos son relativamente pobres y no podrán hacer frente a la cuota mensual y menos si el padre se opone a tal capricho. Sin embargo, las tres mujeres realizarán labores en casa para conseguir pasta y tirar adelante el proyecto de nadar. Así, la joven, pese a todas las complicaciones iniciales, consigue tener el mismo rango que el resto. La historia avanza con triunfos de carreras, pero el padre sigue a las suyas y a las primeras de cambio ya le ha buscado un novio para su hija. Marcha a las olimpiadas, París de 1924, y ,en el barco, las medidas de precaución con las chicas son a lo bestia por temor a un contacto con los hombres. De vuelta se entera de que su hermana se casa, pero lo hace con el carnicero que quería su padre, no con el chico que amaba. Así, su futuro ya está decidido por los demás. Ellas, por ser mujeres, no tienen capacidad de decisión de sus propias vidas. Su condición social baja no les permite llevar una vida en libertad, a lo cual la joven nadadora que triunfa en las piscinas se opone. La hazaña de cruzar el Canal de la Mancha está apunto de llegar, pero los varones son escépticos, pues creen que una mujer nunca lo realizará, porque los hombres lo intentan y no pueden. Por eso, ellas no van a ser más fuertes que ellos, ¡menuda frustración! Evidentemente, a las primeras de cambio no lo va a conseguir y pasar de héroe a villana en cuestión de unos minutos es todo un hecho. Sin embargo, se descubre que su entrenador, mientras nadaba, le lanzó una  botella que contenía un líquido sospechoso. Así que, pasando del entrenador mendrugo y mafioso, emprende de nuevo la proeza con otro más decente. En fin, la nadadora ya fue todo un éxito que sobreviviera en su infancia y ahora, después de estar cerca de su meta, no va a abandonar. Con la muerte por un costado o, por el otro, de la mano del triunfo, una de las dos formas la sacarán del mar.