"La Civil" de la directora rumana Teodora Mihai cuenta la vida de Miriam Ramírez Martínez ( interpretado por
Arcelia Ramírez) que se enfrentó a las mafias de la droga porque habían secuestrado a su hija y al final murió asesinada. La historia verídica de esa mujer acaba con su existencia, hay un antes y un después del secuestro.No cesa hasta encontrar a esas personas que le han quitado de cuajo a quien más quiere. Trata el tema de los secuestros en México, ya que el porcentaje de estos alcanza unas cifras considerables: más de cien personas al mes sufren esta lacra. Unos jóvenes, con pinta de matones, piden de forma sarcástica un dinero por la joven.
La cantidad es desorbitada, no la pueden pagar, pero no importa, porque una vida vale todo el dinero del mudo. Recurre al marido que está separado y despreocupado de su hija para reunir el dinero y rescatarla.Sin embargo, pese a realizar la entrega, la chica no es devuelta. Como siempre ocurre, tiene un plazo corto y no puede ir en busca de la policía. Los jóvenes secuestradores son desalmados sin sensibilidad ni escrúpulos y no les importa los sentimientos de las madres que sufren.
Su postura es chulesca ypedante. Se buscan las soluciones que no dan sus frutos pues éstos toman el dinero y escapan sin cumplir con su cometido de devolver a la chica. Todo son dificultades infranqueables para esa madre desesperada. Se produce una guerra soterrada, al margen de la ley y de la sociedad. En fin, todo aquel que entre allí morirá casi seguro.
Hay una lucha declarada entre policía y las mafias de la droga que no guarda otras leyes que las de las balas en la cabeza.
"Sueño de trenes" de Clint Bentley se sitúa a principios del siglo pasado en las montañas del oeste norteamericano. El narrador va introduciendo la vida del personaje, interpretado por Joel Edgerton, desde su infancia, que no acaba de saber quienes son sus padres biológicos, hasta el repentino enamoramiento con una joven.
El tipo trabaja para las compañías del ferrocarril donde dan forma a unas vías construidas de madera sobre ríos caudalosos. Allí se le va la vida y se producen agresiones injustificadas sobre inmigrantes chinos que él no acaba de entender. Con un formato 4:4 y unas imágenes poderosas de unos bosque de árboles impresionantes se va desarrollando pausadamente el camino de ese hombre silencioso.
En fin, hay mucho amor, en calor de una vela y su movimiento pausado en una casa de madera; la naturaleza del árbol que cae después de ser talado como un ser vivo que ya no restaurará más el aire y la sencillez de una historia. Por momentos, da la sensación que vemos un documental de naturaleza. Es un canto a la amistad, al amor a lo humano. Va directamente a las plataformas sin pasar por el cine.
"Alumbramiento", de Pau Teixedor ya desde el inicio nos lleva hacia una temática complicada que es la de dar a luz de una joven adolescente acompañada de su madre, interpretado por María Vázquez ( con un papel discreto, secundario, una de las actrices de más proyección de los últimos tiempos).
El inicio muestra un espacio rural en la época de los años ochenta y en concreto en el ochenta y dos justo en el momento en que ha ganado las elecciones el partido socialista de Felipe González. Todo ello se ve en las calles y en la euforia de sus votantes. Se quiere mostrar nuevos aires en la vida social frente al sistema con estructuras franquista y un tanto enquistado. En ese ambiente de jolgorio van los protagonistas a Madrid casi en clandestinidad porque pretenden ocultar lo que van a realizar a la capital. Esa joven, interpretada por Sofía Milán, y su madre se sienten decididas, pero con recelos por lo que pueda suceder.
No es necesario muchas más pistas para enfrentarse a la trama de un embarazo prematuro y una aborto a escondidas. Es un tema ya muy manido con poca capacidad de sorpresa. En este caso, es la Iglesia quien se hará responsable del aborto. Siempre, por supuesto, al cuidado de Dios. Las operaciones están salvadas y ellas, las monjas, se preocuparán de darle una vida próspera al bebé o una salida beneficiosa para ellas como ocurría en numerosas ocasiones. Por lo tanto, como ese ser minúsculo ya es un ser vivo, según su religión no pueden quitarle la vida y se encargarán de darle un futuro. Recuerda en cierta manera "La maternal" de Pilar Palomero donde un grupo de adolescentes estaban embarazadas e ingresadas en un centro de atención especial, allí se producían todo tipo de enfrentamientos. Ahora nos trasladamos en el tiempo hacia atrás y son las religiosas quienes controlan la situación. En fin, apreciamos, desde el primer momento, que ese afán de hacer el bien divino va encaminado a un tráfico interesado y económico a la venta indiscriminada de bebés.
Es un tema recurrente buscar a un padre por parte de un adolescente o entregar un hijo a una familia que lo pueda criar mejor que ellos, los propios padres. Así ,por ejemplo, en "Philomena" de Stephen Freads cuenta la historia de una madre que fue monja y le arrebataron a su hijo para entregárselo a una familia acomodada y con ello sacar pasta. La madre, pasado un tiempo, quiere saber de esa vida que salió de su cuerpo con destino desconocido. Los bebés siempre han sido un mercado muy goloso para las mafias, sobre todo en tiempos de dictadura. Es decir, los mandatarios podían facilitar el trafico de niños sin ningún tipo de normativa. Como si se tratara de una mercancía cualquiera de intercambio. Últimamente, un director español que se ha clavado en ese tema es Manuel Martín Cuenca en "El amor de Andrea" donde una adolescente está atormentada porque sabe donde se encuentra su padre y quiere decirle cuatro cosas. No entiende por qué carajo la abandonó. De la misma manera, este mismo autor tiene otra película "La hija" que muestra la misma temática o parecida que la que comentamos: un matrimonio que no puede tener hijos, esconde en su casa a una chica embarazada para, cuando dé a luz, arrebatarle el hijo. Son temas al margen de la ley que suelen acabar mal. En este caso, "El sexto hijo" de Leopold Legrand la temática se sujeta en la posibilidad de arrebatarle a una familia numerosa, cinco hijos, el sexto que nacerá pronto y sería excesivo mantenerlo.
Así, vemos a la pareja de abogados, bien posicionados económicamente, con el trauma, sobre todo de la mujer, por no quedarse embarazada y el tiempo apremia. Ha probado con todos los métodos y nada. Le ha quedado un colapso mental que necesita solucionar. Ahora le llega de cara conseguir un niño a cambio de pasta gansa. En fin, el plan es aligerar el peso familiar a unos para satisfacerse otros. Esta situación se va complicando, porque la ley no permite estos trapicheos por mucho que las parejas estén de acuerdo, todo se puede destapar y la cárcel les espera.
"Una batalla tras otra" de Paul Thomas Anderson ( director de "Licorice Pizza","The Master", "Pozos de ambición") se centra en una pareja de jóvenes revolucionarios, movimientos radicales de los años sesenta, junto con el movimiento hippie y movimientos musicales como The Beatles, que pretende cambiar las estructuras del Mundo. Así, se inicia con un ataque a un campo de prisioneros en la frontera entre México y Estados Unidos.
El chico está interpretado por el guaperas de Leonardo DiCaprio, el militar malo, interpretado por Sean Penn
y la chica que se arrima a la opción que más le interesa, interpretada por Teyana Taylor.
Esta última se vende por su libertad y mantiene una conexión con el capitán norteamericano, Penn, en el momento en que entran en el campo de prisioneros para salvar a los migrantes retenidos. La chica es activista y emprende junto a su novio, atentados contra varias instituciones, pero, de pronto, ella queda embarazada y las acciones terroristas se quedan un tanto al margen, porque hay por medio un bebé que necesita unos cuidados. Él le dice que debe parar porque son una familia y se deben a la cría. Sin embargo, le dice que por ahí no pasa que lo primero es mantener el espíritu revolucionario.
Finalmente, el tiempo da un vuelco a las situaciones, pero los personajes siguen en ese mismo camino del pasado con la niña ya crecida y tomando un protagonismo especial.
"Animal" de Sofia Exarchou se mete en el trastero de los complejos hoteleros, allí donde habitan los amenizadores de fiestas de los turistas. Ya, desde el inicio, vemos a una cantante, interpretado por Dimitra Viagkopoulou) junto a dos jubilados que intentan imitar a la cantante en un baile.
Echa la vista a esos personajes que sostienen el entretenimiento de los guiris con buena cara y alegría. Sin embargo, detrás de ese espectáculo, penoso y de supervivencia, se escode la realidad diaria de esas personas un tanto marginales que se ganan la vida de forma miserable, poniendo orden y gracia a quien les va a pagar la mala existencia que llevan. Malviven en caravanas cutres con la familia en condiciones miserables ante el lujoso hotel. Finalmente, esa forma de comportarse fuera de sus puestos de falsa alegría con cierta ironía hacia los señores del lujo, se esconden vidas derrotadas, perdidas sin capacidad de levantar el vuelo de nuevo. Con ello, se pretende ironizar los dos mundos distantes: los ricos, por un lado, que se permiten derrochar y, por el otro, los sirvientes que mantienen el porte antes de derrumbarse para amenizar la salsa festiva. Son humanos derrotados, los unos, y victoriosos patéticos, los otros. Son dos formas lamentables de dos mundos opuestos.
No sé si realmente es necesario o una modernidad actual el hecho de acudir cada dos por tres al psiquiatra ya desde una edad infantil. Eso confiesa el protagonista, encarnado por
Chistopher Abbott, que se ha pasado media vida en la cama del psicoanalista dirigiéndolo por los caminos del bien. Ahora ya ingresado, porque de un momento a otro se va a pegar un tiro, ya no sabe qué hacer para salir de la mierda de vida. Ese es el inicio de "A la de tres" del director
Jerrod Carmichael. En esa historia, hay otro jodido personaje que está harto de la puta vida y también se quiere suicidar que realiza el papel el mismo director. Es un tipo que trabaja en unos almacenes y ya no aguanta más.
Estos dos colegas tienen el mismo plan: desaparecer del puto mundo de una vez por todas. Por lo tanto, dicen: "me la suda vivir y quiere acabar cuanto antes". Ese es el diálogo de la pareja de amargados y su objetivo es desaparecer de la cloaca de vida. Kevin y Val, que así se llaman, lo han intentado por separado y no ha surtido efecto. Así, por qué no realizarlo juntos. En fin, ha querido realizar una "Thelma y Louise" de Scott con hombres en huida hacia ninguna parte, pero descafeinada.
Las primeras secuencias ya nos llevan directamente hacia el lado de la trama: una mujer que huye de su presente. La chica sale despedida de su apartamento con un bolso de viaje. Quiere dejar una nota de su ausencia, pero prefiere irse anónimamente. Marcha en autobús hacia Alemania sin más explicaciones.
Posteriormente muestra el personaje principal de la historia, Fernando, interpretado por Manolo Solo ( En "El buen patrón" de Fernando León de Aranoa hacía un papel de amargado y su jefe intentaba levantarle la moral), que da clases de sociales a alumnos de instituto. Ese inicio "in media res" sin apenas dar más datos de los que referimos se cohesiona con el inicio, porque ese profesor llega justo a la casa desde donde ha partido aquella mujer. Esa es la propuesta de "Una quinta portuguesa" de Avelina Prat ( "Vasil" con un Karra Elejalde dando vida a un samaritano), la de una huida sin saber por qué se realiza como sucedía en Thelma y Louis de Ridley Scott.
Esas condiciones adversas lo desestabilizan y emprende una huida hacia ninguna parte donde se ve metido en una finca portuguesa, de la cual es dueña Amalia, interpretada por María de Madeiros con un pasado en la colonia angoleña.
Finalmente, la cinta plantea el cambio de identidad, copiar a su mujer que lo ha dejado tirado y emprender un rumbo nuevo, a la deriva, diferente del que llevaba hasta ver adonde lo acarrea. No pretende dar pistas de su persona a la dueña de la parcela donde va a parar y esa incertidumbre mantiene atento al espectador.
"Rodeo" de Lola Quivoron se sumerge en el mundo de los mafiosos que trafican con motos robadas. Los inicios no son muy alentadores, por mucho que ganara un premio en Cannes 2022, pues la cámara en la mano sigue "a todo trapo" a una joven descarriada y apasionada a las motos. Pronto se encontrará con un batallón de flipados como ella en medio de una carretera y realizando el caballito a sus motos con el riesgo de darse una galleta contra el asfalto.
La chica, interpretada por Julie Ledru ( mejor actriz en el festival de Sevilla 2022), tatuada toda su piel, arrastra su moto sin gasolina y la mendiga entre esa tropa de desalmados que se juega el pellejo contra el alquitrán. Ella no tiene la pericia de levantar la moto y llevarla varios metros a una rueda, pero se mete en medio de los desalmados con los abucheos pertinentes. Pronto llegará la poli y en la espantada alguno de ellos se romperá los "piños" contra el cemento.
Incluso puede que alguien la palme por desafiar la gravedad a una rueda en el asfalto. En fin, cuenta las peripecias de la adolescente descarriada en el inframundo de los infiernos.
El espectador debe atender muy pendiente a esas películas que parten de un guion sin ser lineal. Las de Tarantino como por ejemplo "Pulp Fiction" o las de González Iñárritu como "Babel" siempre con un componente dramático y violento. Tiene que estar alerta del desarrollo si no quiere perderse a las primeras de cambio. En otras situaciones en los cambios bestiales que se producen en el cine de Haneke con su famosa "Funny Game"; en otras ocasiones me vienen las imágenes de "Margical Girl" de Carlos Vermut donde la niña está loca perdida por los dibujos animados de una serie de" Margical Girl Yukiko" y el padre ante su enfermedad no tiene otra que complacerla, aunque ese regalo valga mucha pasta y no la tenga, ya se las arreglará como sea. En todas ellas, hay que montar un rompecabezas que en ocasiones el creador dejará situaciones abiertas para que las complete el propio espectador. En cualquier caso, las mencionadas son palabras mayores. Aquí, "Asombrosa Elisa" de Sádrac González Perellón ( un desconocido que se le puede considerar rarito por el guion enrevesado) se centra en esa adolescente, interpretado por Jana San Antonio, convencida de sus poderes especiales sacados de un cómic que ayudarán a olvidar la muerte de su madre. Así, se dejará acuchillar por un amigo, porque considera que tienen superpoderes y no le causará nada, pero su poder falla. Luego intentará convencer a su padre, interpretado por
Iván Massagué (aquel actor que se encuentra metido en aquel zulo , El hoyo de Galder Gaztelu-Urrutia) de pisos de desnivel donde baja una mesa llena de comida o llena de despojos dependiendo de la planta en que se encuentre, pues cambia cada mes) de que lo que le sucede es verdad, intenta doblar un cuchillo por medio de la mente y su esfuerzo es baldío. Quiere completar su imagen pero le falta un perro para ser igual que en el cómic. La historia se relaciona con otras tramas que siempre tienen en común la violencia verbal, el robo, el atraco y el sexo por medio. Así, la realidad y la ficción se mezcla en varias historias paralelas. Las escenas de la acción se superponen delante de las paredes de coloridos con tonalidades fuertes. La trama va más allá de la normalidad de unos sucesos que se puedan considerar lógicos, por ejemplo que un ladrón invada una casa y la dueña le exija que la posea para que le diga el lugar donde se encuentra el dinero de ese matrimonio que en principio no sabemos qué papel desempeñará en la trama. En definitiva, el espectador deberá realizar una cierta abstracción de aquello que está viendo, si no quiere quedarse peor que al principio de la cinta.
Guillermo del Toro es un director que se caracteriza por contar historias potentes, por su acción y dinamismo que te hace entrar de lleno en la trama. Crea lo que le viene en gana después de cosechar varios premios y si le apetece cine animado hace Pinocho, parece que le gusta hacer su propia versión de los clásicos, como en esta ocasión, con "Frankenstein", la que nos ocupa ahora y que llevaba tiempo detrás el proyecto. Destaca en las batallas de acción donde aparecen monstruos que se enfrentan a los humanos-mejor verla en pantalla de cine. Así le encanta sacar a los monstruos del baúl, por ejemplo, "La forma del agua", mejor director en los Oscar de 2017, donde una cosa viscosa y acuática se funde en una amistad profunda con una chica dedicada a la limpieza, a quien nadir tiene en cuenta ni presta la más mínima atención; "El laberinto del fauno", donde el marco principal de la historia es el horror de la Guerra Civil española se mezclan con otra bestia-casi siempre son cándidas y bonachonas- que es más noble que los locos soldados.
Aquí, como en las otras ocasiones, el monstruo es bondadoso y toma un cierto cariño con un anciano ( en el imaginario mental nos queda el engendro de retales humanos y los momentos pasados con la niña en el río de la peli clásica en blanco y negro de James Whale). Así, se inicia con una propuesta de lo más atractiva, pues hay acción a tope. Un engendro andrajoso que aparece en el Polo Norte y golpea a esos navegantes que se obstinan por sacar el barco anclado en el hielo. La bestia quiere recuperar a un hombre que tiene una pierna metálica que acaban de rescatar. A partir de aquí, la historia se articula por medio de la voz en off de ese personaje que han recuperado de las garras del monstruo que cuenta su existencia desde los inicios de su infancia con su familia en un castillo con su padre un tirano del bisturí. Se hace adulto y sus pretensiones pasan por formar un ser propio de restos de cadáveres con sus propias manos. Todo en un ambiente y una decoración exquisita.
En fin, vemos a un personaje con ambición y la idea de ser más que Dios y capaz al mismo tiempo de traspasar las fronteras de la vida mediante su propia creación de un ser mediante partes del cuerpo se personas muertas. Eso.
"Sin movimientos bruscos" de Steven Soderbergh es un director de largo recorrido desde que realizara "Sexo, mentiras y cintas de video" en 1989 con 26 años, donde cuenta las relaciones sexuales de esa edad en que él vive; posteriormente rodaría "Erin Brockovich", lanzamiento de Julia Roberts, madre soltera y con mucha fuerza que quiere abrirse en el mundo laboral; Benicio del Toro también encarnó uno de sus mejores papeles en el rodaje del Che: "Che: guerrilla" y "Che: el argentino"; en "Contagio" adelantó lo que sería años posteriores una realidad: la pandemia del cóvid-19, un virus mortal que mantiene a la población mundial en jaque o "Efectos secundarios". Aquí, realiza una película donde un tipo reúne a tres matones para que ejecuten un atraco, pero no a un banco sino a unos documentos confidenciales. Se trata de asaltar al tipo que tiene acceso a esa información, secuestrar a la familia como rehenes hasta que el padre retire la documentación importante de la oficina. Los ladrones quieren llegar demasiado lejos. Todo ello aderezado con actores de renombre:
Benicio del Toro,
Don Cheadle, Matt Damon
y el reciente desaparecido Ray Lyotta. En fin, una de gánsteres y mafiosos.
"Mutt" del director Vuk Lungulov-Klotztalse sumerge en el mundo trans por medio de Feña, interpretado por Lio Menhiel, ( premio Espacial del Jurado de Sundance 2023 por su actuación)
que hace un tiempo era una chica y ahora pasa por vestirse de hombre y ser un chico. El arranque empieza en una discoteca, allí la cámara persigue al protagonista que camina titubeante como si no encontrara el lugar idóneo. Se mueve como dando tumbos y observando a la peña el comportamiento que tienen. Es un lugar donde se busca ligar entre heterosexuales, por eso se siente descolocado. Aparece su exnovio y quisiera que la tierra se lo tragara hasta el fondo. Después de unas palabras de contacto aparece la compañera del tío y a lo bruto le pregunta si ahora tiene pene como si lo más importante del hombre fuera la "manguerita" o algo así le contesta. Todo ello sucede en una tonalidad roja fuerte con formato de TV, mientras esnifan droga.
Después de varios encuentros con diferentes familiares que están en contra de su decisión y que mantendrán una distancia de adversidad. Se suceden enfrentamientos siempre con todo aquel que se cruza por su decisión controvertida. En fin, la peli transcurre con sencillez y trata el tema con naturalidad, pese a que el protagonista se siente rechazado y menospreciado por la sociedad. Sin embargo, por esa audacia de cambiar de sexo, no se puede quedar al margen del Mundo.