La historia se centra en un relato sobre un personaje verídico de la guerra fría, el diplomático de sueco
Hammarskjold, interpretado por Mikael Persbrandt ( actor de aquella excelente peli "En un mundo mejor" de Susanne Bier que realizaba el papel de un doctor en África y en ayuda humanitaria, pero dejaba descuidada a su propia familia), aquí, con un tono pausado, pero muy preocupado en su interior por los desajustes del mundo, ya que su puesto político es de suma responsabilidad. Fue designado director de la ONU en 1953 ante la sorpresa de los mandatarios estadounidenses que no tenían ni idea de quién era ese tipo que había llegado tan alto sin su consentimiento. El director sueco Per Fly con su "Hammarskjold. Lucha por la paz" pretende poner luz a la oscuridad de su accidente de aviación y dar a conocer a un tipo especial que no cuadraba con el estándar de los políticos. Por lo tanto, se centra en esos últimos momentos de su trayectoria cuando en el Congo se produce una situación de represión, tortura y guerra con el dominio de Leopoldo II de Bélgica que da su apoyo a los sublevados y un intruso que se entromete en las masacres puede salir mal parado.
Los hechos ocurren en enero de 1961 justo en el momento en que asesinan a Patrice Lubumba ex secretario del Congo. El protagonista sigue impasible ante las acusaciones de la responsabilidad de ese asesinato. Así, la historia gira en torno a reunificar el Congo, ya que una de sus provincias , Katanga, se quiere independizar. En fin, todo funciona como un conflicto bélico creado por las grandes potencias y por intereses creados, mientras van muriendo infinidad de nativos. Además, como subtrama aparece la idílica amistad con su amigo homosexual que no se llegó a consumarse por motivos obvios: reprimirse y doblarse a las prohibiciones de las leyes de la época. La acción mantiene atento la mirada en ese final trágico del ataque de aviación sobre el avión del presidente que impactó en el sentimiento social, el cual quedó encubierto como un accidente. La pena es que eso que vemos fue una realidad.
El tema de una película es la esencia principal para que nos enganche o no. Luego veremos el tratamiento o el ritmo que muestra el director. En este caso, sin apenas saber nada ya intuimos un conflicto familiar. "La casa" de Alex Montoya, sacada del libro de Paco Roca ( se creó una excelente película de animación de uno de sus cómics "Arrugas" del director Ignacio Ferreras), sitúa la acción dentro de una herencia envenenada, una casa familiar, donde vivieron en tiempos pasados la familia. Ahora, se plantea el problema de venderla con todos los recuerdos dentro. Así, se inicia con un anciano, entre una puerta y moviendo bolsas con un huerto medio abandonado y un reloj que marca el tiempo. La elipsis del paso del tiempo, de la muerte y de una casa vacía da entrada a los primeros participantes de esa familia que aparecen en ella junto al resto que hacen su aparición.
Por lo tanto, dentro se revivirán tiempos pasados y momentos del futuro, refriegas y constantes disputas. En formato diferente se van intercalando los recuerdos de la infancia, momentos que están todavía en el disco duro del pensamiento y que rebrotan al calor de la casa.
El padre, esa figura que está en la mente de toda la familia, desde la nieta hasta sus hijos, está representado por el actor Luis Calleja. En fin, la casa semi abandonada está cargada de nostalgia del pasado. Los objetos que se amontonan quieren mostrar un protagonismo principal de ese recuerdo.
Cada rincón se ofrece. Inicia el recorrido el hijo, encarnado por David Berdaguer ( "Saben aquell" de David Trueba) que se encarga de poner apunto los desajustes: persianas rotas, el riego alas plantas, hojas por todos los lados. Un poco de orden en ese lugar semi abandonado.
La película "Horizon: An America" de Kevin Costner ( atento que son tres horas y después llegará el capítulo dos) no hablaremos mucho de su director, porque es sobradamente conocido por sus interpretaciones que, en este caso, tardará una hora en aparecer como galán que las chicas van a por él. Ahí queda la mítica "Bailando con lobos" con una interpretación estelar, pero se le había quedado clavada la espinita de hacer algo más redondo con respecto a los colonos y su relación con los indígenas. De tal manera que ha emprendido, después de hipotecar su patrimonio particular ( es el productor), una saga de películas donde explica el devenir de los Estados Unidos.
Así, se inicia con el asentamiento de los pobladores al oeste de Estados Unidos en Arizona. Lugar ocupado por las tribus indígenas. Aquello es jauja, pues se plantan al lado del río, con total libertad, y construyen su casa sin preocuparse de los habitantes que están cerca de allí, durante muchos años antes que ellos y puede que no sean bien recibidos. Así, la acción se desarrolla a mediados del siglo XIX en que los indios empiezan a ser arrinconados de sus tierras.
La ambientación es prodigiosa, quizá le falta al guion un ligazón que una las historias con mayor precisión. Pero no importa, la cuestión es disfrutar de las batallas y las acciones de los dos contendientes: unos, por una parte, que defienden con uñas y dientes su zona y otros, por la otra, que persisten en la idea de apropiarse de aquello que no es suyo. La batalla está servida. Un Western de los de antes arranca en medio de las guerras entre los blancos y los indios. Cochise y Gerónimo, jefes de los apaches, se opusieron a que les tomaran sus tierras donde ellos pescaban y cazaban tan ricamente. No a la competencia, cuando ellos ya llevaban allí varios siglos y se consideraban los verdaderos propietarios. Así, las micro historias se van sucediendo entre ellas con pocos conectores que amorticen la caída entre la una y la otra.
En fin, con todo eso, la espectacularidad de las imágenes y una puesta en escena muy cuidada hará las delicias del espectador aficionado en este tema. En cambio, el guion hace aguas por todos los costados, le falta trabar las deferentes historian que van y vienen. Con todo, la sesión es espectacular y la acción está servida para disfrutar. Cuestión de gustos.
"Pequeños grandes amigos" de Andrea Bescond y Eric Metayer ya en el inicio lleva la etiqueta de cine social. Siempre es aquel que muestra un conflicto, normalmente del colectivo de trabajadores necesitados económicamente. Así, en ese lugar o en otro, las personas que se entrometen y discuten por una causa que ellos ven justa tendrán problemas. Aquí se inicia con las protestas de unos empleados de una residencia de ancianos que se quejan a su jefe por la falta de recursos, pues trabajan demasiadas horas sin reconocimiento alguno.
Esa protesta ya de por sí en un lugar donde los recursos humanos deben ser y estar a una altura superior, porque se trata con personas que, en muchos casos, son tratados como animales o peor como objetos inservibles. La historia se desarrolla con esa falta de recursos que acarrean problemas en el personal tanto mentales como físicos. Ante esa dejadez y maltrato, vemos a unos ancianos depresivos con el vértigo de la muerte que les ronda. La guadaña segadora de vidas les amenaza sus cuellos. Sin embargo, choca frontalmente con falta de comprensión de la sociedad hacia ellos. Ya no son mirados como humanos, sino como escoria.
Las cosas se pueden poner más complicadas si a todo ello un grupo de adolescentes que acaban de aterrizar en el asilo y deben compartir el espacio, porque en su escuela tienen obras y deben ubicarlos allí por unos días. Ese choque de edades causará ciertos enfrentamientos indeseados como el comentario de uno de los chicos recién llegados: " dónde nos traéis a un cementerio o que tenéis miedo porque estáis a punto de morir". Así, un auxiliar, interpretado por
Vincent Macaigne ("Crónica de un amor efímero" de Emmanuel Mouret) tendrá una pugna dialéctica con la monitora de los niños interpretado por Aissa Maiga, e intentará recoger firmas para que saquen del centro a los niños cuanto antes. Al final esa colisión llevará a momentos dulces y otros amargos.
"Priscilla" de Sofía Coppola ( se podía intuir en sus inicios que su tío, F.F. Coppola, le había empujado o enchufado en el mundo del celuloide, pero nada más lejos de la realidad, ahí está la formidable "Lost in Translation" con los maravillosos Bill Murray y Scarlett Johansson, después vendrían más títulos con su sello particular) mide con precisión hasta el último detalle con la sutileza de los personajes, la música, vestuario, con unos tonos apagados y un estilo propio.
El título ya nos da las pistas de qué irá la peli, de Priscilla, interpretado por Cailee Spaeny ( la joven periodista que sufre en "Civil War" de Alex Garland), la que será mujer del famoso Elvis Presley, el rey del rock, interpretado por Jacob Elordi ( interpretado por el guaperas ricachón en la película "Saltburn" de Emerald Fennell).
Se detiene justo en el momento en que la conoce, en Alemania, en una base del ejército norteamericano por el año mil novecientos cincuenta y nueve. Él ya ha sido por esas fechas, en años anteriores, número uno en ventas, pero interesa que se pula como buen norteamericano en una base del ejército. Supongo, decían sus allegados, que para que se le quite el vicio de los movimientos de cadera que eran mal vistos. El tema parte de los inicios de las relaciones amorosas de la que será su posterior mujer que, su padre, capitán del ejercito, en un inicio, no le deja asistir a la fiesta de Elvis ( están todo el tiempo de farra), pero inciden otros soldados para convencerlo y al final va. Priscila es para el famoso un juguete más, un capricho de un día que lo complementa junto a sus juergas constantes de su casa. Así, ella lo quiere profundamente, pero él la tiene como un antojo y la mantiene a su lado mientras va creciendo. En sus ausencias, por rodar pelis en esa época, ( "Cita en las Vegas" de George Sidney) aparecen los celos bien fundados porque salía en las revistas del corazón con la actriz que rodaba en ese momento Ann Margret. Con todo, no estaría nada mal visionar la cinta "Elvis" de de Baz Lurhrmann, allí el enfoque recaía directamente en su manager Tom Parker, el llamado coronel, interpretado por Tom Hanks, el cual aquí asoma constantemente en llamadas telefónicas con el sobrenombre.
En fin, Coppola retrata como nadie la biografía de la mujer del legendario Elvis Presley. Su enamoramiento la llevó a quemar las naves de su adolescencia esperando una llamada de su ídolo hasta que lo consiguió. Al final, amar al hombre que es deseado por todas las mujeres solo producirá celos y mal rollo a la pobre Priscilla.
El cine de Yorgos Lanthimos ( aclamado y rechazado director, al mismo tiempo, que triunfó no hace mucho con su" Pobres criaturas") tiene adeptos y detractores, esto quiere decir que si te gustan sus anteriores películas, pues mira ésta, pues entra en las dinámicas de las anteriores, de lo contrario, no lo intentes. Mejor, te quedas al margen y asaltas otras cintas de tu agrado. Siempre busca la polémica y que debajo de la trama circule la historia por otros derroteros como si lo que sucede, la acción, la coherencia la tuviera que poner el propio espectador. Aquí en "Kinds of Kindness", la temática está fraccionada en un tríptico, supongo que para mantener al espectador un tanto atento entre una y otra, y no cansarlo con 165 minutos, de tres partes:
"The Death of R.M.F." protagonizado por un Jesse Plemons ( es el doble de Matt Damon, ¡joder, lo que se parece!)
agobiado por recuperar el dominio de su vida. él se debe, en todos los campos, tanto profesional como particular, al control de su jefe, interpretado por Williem Defoe, a todo lo que le ordene.
Evidentemente él realizará todas las órdenes tal y como le manda, pero la última no quiere. No está dispuesto a cumplirla. En el caso de salir del camino marcado, no le irá nada bien. Por lo tanto, será mejor seguir realizando sus órdenes.
"R.M.F. is flyng". El mismo personaje se transforma en un policía. El decorado ha cambiado, ahora la casa es más corriente, nada ostentosa, en consonancia con su nueva profesión. Es un agente amargado porque ha perdido a su chica, Liz, interpretada por Emma Stone (también aparece de forma fugaz en la anterior historia).
El recuerdo de ella, ya que ha tenido un accidente en el mar, está tan presente que incluso en la cara de un delincuente recién capturado ve a un parecido con su mujer. Está trastornado por la pérdida de su amor. Sin embargo, hay noticias de que puede volver, después del naufragio, con vida. La vuelta es extraña porque esa chica ya no es la misma y su comportamiento mantiene al tipo con un mosqueo de la hostia.
"R.M.F. east a sandwich." Aquí la cosa va de secta. Los personajes están inmersos profundamente en un estilo de vida grupal. Acuden, a un lugar de super lujo, donde hay una piscina con agua sagrada.
La pareja protagonista persiguen a alguien que en un sueño le salvó la vida. Este relato gira en torno a las reglas del clan que no tolera que los socios lleven un ritmo de vida sexual fuera del grupo porque esto los contamina y automáticamente van fuera.
Finalmente, muestra con acierto y agranda las diferencias entre el ser humano dominador que es capaz de organizar la vida del prójimo y su oponente dominado que es incapaz de soltarse las ataduras de la esclavitud. Por lo tanto, estamos ante un reflejo de unas estructuras sociales donde unos mandan y ordenan a los otros que obedecen y siguen un camino marcado y guiado por sus dueños. Siempre sigue una estructura fracturada y el espectador debe montarse el rollo a su aire.
La trama de las historias se pueden contar desde diferentes puntos de vista ya sean recuerdos, voces en "off" o como sea. En este caso, se quiere realizar una película sobre un personaje famoso, con un pasado turbio interpretado por Julianne Moore, ( ya trabajó con el mismo director en una excelente interpretación en "Lejos del cielo",
hacía de esposa dedicada exclusivamente a las tareas de casa, pero por dentro, reprimida en una vida de sumisión; además de una extensa trayectoria actoral) y la actriz que pretende suplantar su persona, interpretado por Natalie Portman,
que representará ese papel misterioso. Intenta indagar en los acontecimientos de los personajes reales para hacerse una idea general de los hechos y recomponer el personaje. De esta manera, con entrevistas, la película se va contando. El marido explica que no entiende que se rompiera su matrimonio porque su mujer se enrolló con un mocoso de primero de la ESO. Estos son los mimbres de la trama. Hablamos de "Secretos de un escándalo" de Todd Haynes ( director de la excelente "Carol" siempre tan detallista y humanista con los sentimientos de los personajes). Aquí se detiene en la relación amorosa que tuvieron una pareja con unas edades un tanto descompensadas: el joven, menor de edad, y ella mucho mayor que él. Pasado el tiempo afloran los conflictos por esa diferencia de edad y, sobre todo, él, pasado el tiempo, quizá
por haberse equivocado por tomar aquella decisión precipitada. Finalmente, profundizar tan de lleno en la piel de otra persona puede llevar a un estado de confusión.
La primera imagen ya es una propuesta de intenciones para mostrar un cine social de aquellos que realizan trabajos de empleada de hogar frente a los señores. La chica, interpretada por Paula Grimaldo, de la limpieza,
de origen hispanoamericana, de Colombia, que limpia una cristalera enorme que da a una imagen de una playa con apartamentos. Ella por fuera con el limpiacristales remueve el trapo para darle brillo a la imagen afrodisiaca de la playa en la costa catalana. La clase social diferenciada se ve desde el inicio en cuanto la señora, interpretado por Ariadna Gil,
sentada a la mesa junto a su familia de pijos hace sonar una campanita para que aparezca la criada en acción para que recoja los platos u otra acción propia de la sirvienta. El trato hacia ella es muy amable, empezando por el padre, interpretado por Luis Bermejo,
cordial, con exceso de educación que encubre las puñaladas interiores; y le sigue sus hijos, excesivamente correctos, pero detrás, en el interior subyace el armazón infranqueable de las clases sociales. Hablamos de "Calladita" de Miguel Faus, largo que se expandió del corto que rodó anteriormente con el mismo nombre. En esas diferencias sociales y sus reuniones asoma el tufillo racista. La película resultaría plana de no ser por un cambio brusco que se da hacia el final. Esta evolución de la prisionera pobre hacia el campo de los ricos, se podría comparar con "Parásitos" de de Bong Joon-ho, salvando las diferencias sin llegar a ese final tan sangriento, por la necesidad de comerle el terreno a los que ostentan y acaparan para sí todo el lujo.
En fin, esa es la intención constantemente, con buenos modales, se intenta recalcar las diferencias sociales entre la familia y la sirvienta. Pero siempre hay un modo de dar un sablazo a la mafia. Ya.
La talentosa detective del FBI Lee Harker, interpretada por Maika Monroe ( la joven acosada por un vecino en "El extraño" de Chloe Okuno),
se le encarga una difícil misión: la de descubrir al asesino en serie que mata a discreción a las familias enteras en varias casas. Deja una nota con unas letras indescifrables, pero lo único que se entiende es que al final siempre firma con la palabra "Longlegs". Ese es el nombre de la película del director Oz Perkins donde una policía, un tanto extraña, recién incorporada al cuerpo y con una misión cumplida con éxito debe dar con el sádico asesino.
Su capacidad de acierto está fuera de toda duda y las pruebas de inteligencia lo indican, por eso, pese a su inexperiencia se le asigna este caso peligroso. El detective en jefe, frente al panel de las fotografías de las pruebas de los asesinatos, va confesando las peculiaridades o coincidencias de todos ellos y una de ellas es que se producen en el seno de familias numerosas y en un día en concreto. A partir de aquí debe meterse de lleno en el caso criminal. Detrás de todos los crímenes está el psicópata diabólico llamado Longlegs, interpretado por un irreconocible Nicolas Cage que más bien parece el mismo Joker.
En fin, la historia avanza siguiendo a la joven detective junto a una tonalidad ocre o marrones en la paleta que le da carácter de intriga policiaca. Eso, otra versión satánica a la vista con un final sangriento.
"Mamífera" de Liliana Tores muestra naturalidad en los personajes lo que es motivo de seguir. La sencillez de las acciones se inicia con la relación amorosa de una pareja de jóvenes (
interpretados por María Rodríguez Solo y Enric Aunquer).
Hay complicidad y armonía entre los dos que en los tiempos que corren no es poco. La cámara se decanta por la chica que se prepara las clases de su nuevo trabajo. Se mueve por un barrio, Montbau de Barcelona, con casas de condición social baja. Asiste, después de las clases, a esas reuniones de amigas donde se aprecian ciertas diferencias lógicas de su edad. Cada una ha tomado un camino en la vida, pero el tema de los bebés, ella no tiene, ronda en el ambiente. Unas con criaturas pequeñas a cuestas y nuevas vidas que se cuentan o se critican. En esos momentos iniciales, muestra una relación con la vida placentera, sin ningún tipo de preocupaciones y entregada a su pareja, sin embargo, el hecho de no tener hijos es una taca que aparece en el propio ámbito social. Está rondando su mente a cada paso que da. La felicidad y el buen rollo de pareja se fracciona ante la indecisión de tomar otro camino frente a un embarazo no deseado. Aquí se inicia el agobio y el estrés por una decisión que cambiará su temperamento y su estado vital.
En fin, ella no está preocupada por ser una mujer sin hijos, el problema asoma en cuanto el médico le comunica que está embarazada. Aquí se inicia el drama de la chica.