"La joven y el mar" ( basada en el libro de Glenn Scout)del director Joachin Ronning ( cuando ha tratado de temas de mar le ha ido muy bien, ahí está "Kon-Tiki" una aventura apasionante donde un explorador noruego, Thor Heyerdahi, quiere demostrar que con una barca de madera se puede cruzar el Pacífico y demostrar que los indígenas llegaron a América antes que Colón) repasa la historia verídica de Gertrude, "Trude", Ederle ( interpretada por Daisy Ridley)
primera mujer en cruzar el Canal de la Mancha en 1926. La historia autobiográfica se inicia en 1914 en Coney Island ( Nueva York) después de hundirse un barco y palmarla un montón de mujeres por no saber nadar, su madre decide que sus hijos aprenderán bien este deporte. Con una puesta en escena muy cuidada, la historia sigue los pasos de esa familia donde la hija está a punto de morir y resurge para conseguir sus metas de natación. En esa entrega constante por sus objetivos, en el mismo campo del deporte, la natación, se sitúa la película "Nyada" de Elizabeth Chai y Jimmy Chin, donde se cuenta la insistencia de una deportista, Diana Nyad, interpretada por Anette Bening, por atravesar a nado los 180 Km. que separan Cuba de Florida.
En fin, los hechos reales demuestran que con tesón y fuerza de voluntad se pueden conseguir las metas que se persiguen por muy lejos que se encuentren éstas, por capacidad de superación.
"La historia de Trump" ( El aprendiz) del director Ali Abbasi ( director de "Araña sagrada" que se desarrollaba al torno de la vida de un asesino de prostitutas en Teherán que estaba convencido de que esas personas son escoria y debía eliminarlas); se centra en un trepa que busca llenarse las manos de pasta. Cuenta el recorrido de los años de juventud del presidente de Estados Unidos Donald Trump, interpretado por Sebastian Stan.
Se inicia con el presidente Kisinger en un fragmento de un discurso donde indica que su vida es trasparente y lo que tiene se lo ha ganado honestamente. El joven hijo de empresario quiere salir de los negocios cutres de su padre y se arrima en los lugares donde frecuentan los multimillonarios, ya sea sala de fiestas o restaurantes. Y allí, donde se maneja la pasta, seguro que algo se le pegará algo. Así, ese tipo busca influencia y arrimarse a los tipos influyentes del país que dominan la corrupción y las mafias. Pegarse a los que mueven los mandos del país supone un ascenso astronómico. El inexperto que busca fama y dinero se introduce en la guarida de los tipos poderosos. De hecho, se sienta en la mesa que la preside Roy Cohn, interpretado por Jeremy Strong
( con un discurso anti-homosexual, para esconder su propia ), brazo derecho del senador Joseph McCarthy que encerraba a comunistas a punta pala que a las primeras de cambio se vanagloria de llevar a la silla eléctrica a los hermanos Rosenberg ( se les acusó de revelar el secreto de la bomba atómica a los rusos) por formar parte de las juventudes comunistas. En esa mesa está rodeada de ladrones: Tony Salerno que en esa época ya movía cincuenta millones de dólares al año en apuestas ilegales; Carmine Galante, apodado el cigarro, porque raro es la vez que no se le veía con un cigarro entre los labios, asociado a la Mafia en la Ley Seca. Se comentó que éste último ejecutó más de ochenta asesinatos por encargo. Cualquier biografía de estos tipos entraría directamente a formar parte de lo que sucede en la película del Padrino de Coppola. De hecho, la muerte de Galante en un restaurante recuerda a la que se produce en el restaurante cuando Al Pacino, que hace de hijo del Padrino, le pega unos tiros al jefe de policía. En este contexto se mueve el joven Trump que años más tarde pasaría a ser presidente de los Estados Unidos y ahora sigue en los mismos intereses. Será el inicio de una carrera hacia la riqueza y la fama. Entra de lleno en el mundo del abogado mafioso ( son los causantes de los juicios que realizados después de lanzarse la bomba atómica contra Robert Oppenheimer y se ve en la peli "Oppenheimer" de Chistofher Nolant) , pero antes deberá cambiar de vida: nada de beber agua y más droga, sexo y lo que se tercie en las farras. En fin, el joven Trump, con una voraz hambre de comerse el mundo y levantar un gran hotel en la Gran Avenida (Así es como se construyó seguidamente la Torre Trump en la Quinta Avenida en el ático instalada su residencia privada) hará lo que sea por conseguir sus sueños. Incluso, cuando está con Roy que tiene colgados de la pared a fotos de personalidades como Nixon, comenta: "Un día estaré colgado yo ahí" Y lo ha conseguido en dos legislaturas.
Finalmente, pese a alguna escena que lo deja a parir en su violación a su propia esposa queda bien parado reflejando una cierta humanización. Su emisión en las salas nada le ha afectado en su segunda carrera hacia la presidencia del país más potente del mundo: ya es el puto amo.
"Remando como un solo hombre" de George Clooney ( actor reconocido, aunque aquí hace las funciones de director, ya lo hizo con muy buen pulso en "Los idus de marzo" con el tema político de por medio) se sitúa en los años treinta del siglo pasado, justo en el momento de la depresión. Eso quiere decir que la inmensa mayoría del personal se encuentra completamente afectado por la falta de empleo y el caos es total. No importa que seas joven fuerte y con ganas de superación, porque en el caso del protagonista,
interpretado por Callum Turner, se ve incapacitado de seguir sus estudios universitarios, porque no tiene el dinero suficiente para pagar la matrícula. Los camiones que buscan trabajadores por un día se llevan unos cuantos , el resto se come los mocos. Está prácticamente fuera de sus estudios si no completa el pago trimestral. Se puede decir que ha tenido una vida desgraciada desde pequeño, con unos padres desaparecidos. Encuentra un anuncio donde pagan dinero en un equipo de remo ( necesitan formar ocho con timonel, la prueba más rápida) para los Juegos Olímpicos de Berlín del año 1936. Son más de cincuenta en la preselección. No tiene otra salida. Es fuerte y se esfuerza, al fin y al cabo, el sueño americano llega por donde sea.
El entrenador, interpretado por Joel Edgerton, es exigente y calculará los lugares idóneos dentro de la piragua para cada hombre. Además, con todo su pesar deberá descartar los blandos. Llega la hora de la verdad y sale elegido. Así las cosas, el tema se desarrolla en esos momentos de entreno, estudio y amor, porque hay una chica estudiante que le ronda.
Ellos forman el equipo de segunda que partía como esparrin, pero son capaces de vencer a los profesionales y, por lo tanto, se merecen ir a la competición. Esto lleva a un enfrentamiento entre los mandos políticos y, pese a ganarles, se quedan fuera de la pugna por intereses extraños. Sin embargo, el entrenador y sus chicos no desisten e intentan reunir el dinero para competir en las olimpiadas por su cuenta. Así, consiguen reunir la pasta de parte de la masa popular, pues lo piden directamente en la calle. Ese empuje popular y las ganas de superación obtendrán su recompensa. Así, conseguirán llegar a Berlín para disputar los juegos entre proclamas de un ambiente de exaltación nacional de los alemanes con un führer, Adolf Hitler, que exaltaba a sus deportistas y los arengaba. En fin, es una cinta con estilo, pero un tanto plana, porque le falta mala hostia en los momentos críticos. Pese a todo está la competición y los apurados triunfos que generarán algo de intriga.
"¡Salta!" de Olga Osorio plantea el viaje en el tiempo. Nada nuevo en el horizonte como muestra la saga de "Regreso al futuro" de Robert Zemeckis y sus cuentas pendientes del pasado o la española "Los cronocrímenes" de Nacho Vigalondo. El tema es ese: encontrar el mecanismo de dar con ese agujero de gusano que les trasporte al pasado o al futuro. Da igual. La acción recae en dos hermanos que han perdido a su madre no saben cómo y buscan la forma de encontrarla. Teo, interpretado por Mario Santos y Óscar, crecido, interpretado por Tamar Novas
,el cual como el científico de Regreso al futuro hace sus cuentas en la pizarra para encontrar la fórmula que dé con la clave de vuelta al pasado desde el futuro. Están en el año 1989 investigan las posibilidades de encontrar el mecanismo de llegar a su madre, cuando, por casualidad, el pequeño Teo da con el agujero.
Mientras mantienen peleas y viven con su abuela cascarrabias, el pequeño investiga en la azotea donde tirando cosas a la calle que nunca llegan al suelo. No sabe dónde van, pero desaparecen. Prueba con objetos y luego con una tortuga que ninguna de ellas regresan. Por lo tanto, se coloca una bolsa de viaje a la espalda y se tira al vacío. Entonces va a un futuro de más de treinta años, 2022, con el desfase que encuentra en relación a su hermano, muy cambiado por la edad, y los avances en tecnología como teléfonos móviles y demás. La trama pasa por descubrir otro gusano de vuelta para encontrar a su madre o por lo menos devolverlo al lugar de origen. En medio aparece una historia de amor que rondará en la cabeza de Óscar durante toda la cinta por una chica interpretado por Marta Nieto.
En fin, película de sobremesa de entretenimiento familiar que puede hacer las delicias a los peques. El estilo viene a ser como las últimas familiares de Santiago Segura, pero con un punto más de sensibilidad.
"Sueño" de Jason Yu pretende, desde el inicio, meter el miedo dentro de espectador. El mismo que tiene la chica de ese matrimonio cuando su marido se despierta a media noche con sueños extraños.
Ella, interpretado por Jung Yu-mi, espera un bebé, y cuando se van a la cama empieza el espectáculo de terror. Su marido, interpretado por
Lee Sung-Kyun ( aquel actor de "Parásitos" de Bong Joon-ho que hacía de padre de la familia adinerada con una mansión donde se le instalan otra familia de posición social baja. No podrá realizar más películas, pues estaba metido en un líos de drogas y no pudo soportar el proceso de investigación con lo cual se fue al otro barrio), mientras sueña dice en voz alta: "hay alguien dentro". A partir de aquí se sucederán golpes y ruidos en las puertas con la intención de mostrar que algo pasa ahí. Luego se averiguará que es su propio perro el que realiza los golpes. Luego, al día siguiente, la vecina se queja de que estén dando golpes toda la noche.
De hecho, es la nueva vecina porque el anterior, más adelante se desvela lo que pasó con el inquilino, ya marchó por lo mismo: el escándalo nocturno que se produce en su piso. El soñador noctámbulo es actor y ya la persigue la palabra sueño en sus guiones. Se suceden los acontecimientos de noche y la esposa se lleva al marido al hospital. Comprueban que tiene un trastorno de sueño llamado REM. Así, esta enfermedad le lleva a mantener una actividad durante el sueño que es violenta y no logra controlar. Incluso alcanza una enfermedad degenerativa. En ocasiones, ocurre que daña a la persona que se encuentre a su lado y, en este caso, su pareja, embarazada, no está para aguantar estos comportamientos incontrolables. En definitiva, se toman las medidas necesarias para que el tipo, mientras duerme, no la ataque ni, por supuesto, al bebé. El tipo se toma la medicación necesaria para ver qué pasa y a dormir. Sin embargo, el guion puede dar un giro sorprendente al final de todo.
"The road dance" ( La noche del baile ) de Richie Adams se mete en la piel de una chica, interpretado por Hermione Gilbertson,
de principios del siglo pasado en la isla escocesa de Lewis para mostrar el modo de vida. Allí, entre casas apiñadas de piedra, recibe presiones de su madre y de las aldeanas para que se case con un apuesto chico. La madre insiste que es un buen partido, pues está construyendo una casa nueva y es buen partido. Casi le obligan para que no deje escapar la ocasión que se le presenta, pues igual luego ya no llegan más. Sin embargo, esa joven está enamorada de un chico que le gusta la literatura y llega de la ciudad, de Glasgow.
La historia de amor se sitúa en plena Primera Guerra Mundial. La aspiración de la chica sigue siendo la misma que cuando era niña: marchar a América y visitar mundo y no quedarse encerrada en aquella isla para toda su vida. Los acontecimientos se precipitan y la noche de despedida de los soldados alistados a la guerra sucede una acción violenta que cambiará el rumbo de la historia. A partir de aquí, las alegrías serán sufrimientos. La trama desemboca en una conclusión un tanto forzada, pero se sigue con interés. En definitiva, explica que un hecho casual puede cambiar una vida, ser traumático y echar por la borda todas las ilusiones de una joven ilusionada.
"El reino animal" de Thomas Calley propone un mundo deshumanizado y atacado por una grave enfermedad. No sabemos cómo ha llegado esa mutación, pero la especie deja de lado sus costumbres para huir al bosque en una búsqueda de libertad. Este aspecto no está explícito, pero imaginamos que la sociedad actual ya no chuta. Así van adquiriendo forma y costumbres animales. Poco a poco, sus cuerpos toman las formas de las bestias, les salen plumas en los brazos o lenguas viperinas como las serpientes. Los doctores, científicos y personal médico no sabe qué hacer con esas alteraciones de humano a animal tan extrañas y no se han conseguido la famosa vacuna como podía ocurrir con el COVID.
Así, el padre, interpretado por Romain Duris y el hijo, interpretado por Paul Kircher, están muy preocupados por la situación de un componente familiar, la madre, que se ha contagiado de esa extraña enfermedad. Por eso deben cambiar de lugar y el adolescente recibir un cierto acoso ya desde el inicio.
Se hacen cómplices con una policía, interpretado por Adele Exarchopoulos ( "Generación Low Cost" de Julie Lecoustre, "Passages" de Ira Sachs), que los ayuda a salir del peligro y esa búsqueda de la madre que acaba de tener un accidente con un coche cargado de monstruos y que están buscándola por el bosque. En definitiva, asistimos a la convivencia entre personas afectadas con la metamorfosis rara. Aquellos que están cambiando se refugian en el bosque para no ser liquidados por os que todavía conservan las características humanas al completo. Pero, no cabe la menor duda de que las persecuciones contra los bichos raros serán frecuentes hasta que los extingan.
"Las tres hijas" de Azazel Jacobs ( director de "The Lovers") analiza minuciosamente el proceso final de una vida, pero no tanto del enfermo, sino de aquellos seres queridos que lo rodean. En este caso, el enfermo terminal es el padre que está afectado de un cáncer terminal. Tiene tres hijas a su alrededor, interpretado por Carrie Coon, Elizabeth Olsen y Natasha Lyonne, con formas de actuar y una trayectoria o un camino de existencia diferente.
Por lo tanto, ese proceso final de la existencia del padre, junto a las tres juntas, saldrán a relucir hechos del pasado y piques actuales. Por mucho que el asistente social les indique que lo mejor para su padre es que las vea contentas y en paz, ellas no podrán contener los impulsos de sacarse los ojos. Así pues, ese cuerpo que no puede aguantar más sigue adelanto porque su cerebro se mantiene constante hasta que no vea que todo está en calma. Las hijas están tensas y las situaciones de enfrentamiento se dan constantemente.
Así pues, el enfermo es el tema de fondo, pero no entra en acción, sino las tres defenderán su posición actual y la manera de actuar. Por lo tanto, las relaciones familiares, ya enfriadas por llevar tiempo alejados y cada una con sus rutinas, chocarán enfrentadas por sus diferentes formas de ser. Por momentos, parece que estemos asistiendo a una obra de teatro que se desarrolla íntegramente en el piso del padre convaleciente. Lo que es cierto es que el moribundo es el actor principal, pero a distancia, porque está en la boca de ellas y aparece constantemente, además de provocar todos los altercados en esa casa, pero sin actuar directamente.
Es, pues, un actor invisible que al final hace una aparición para rendir cuentas, además de ser el provocador de toda la trama que se desarrolla ahí. Finalmente, las discrepancias aparecerán como dardos envenenados. Pasar varios días en esa situación las llevará a constantes enfrentamientos sin una salida fácil.
David Trueba necesita muy poco para ganarse a su público. Siempre monta historias de relaciones humanas que en menor o mayor motivos te afectan. Los actores, anclados en sus convicciones, se enfrentan entre sí por medio de diálogos y dudan ante su futuro incierto. Le gusta penetrar en la mente de los personajes de temperamento especial e indagar en sus convicciones como en sus documentales de "Un día en Nueva York con Woody Allen" donde exprime hasta el último rincón de su creación artística del reconocido director o "La silla de Fernando" donde hay muchos momentos que te saltan las carcajadas de lo que suelta el bueno de Fernando Fernán Gómez. Siempre que te detienes en alguna de sus obras sales satisfecho por no decir las autobiografías de Eugenio, el humorista, en "Saben aquell". En sus películas o series los personajes mantienen su personalidad aunque chirríe por su constante tozudez en sus propias ideas como en la serie "¿ Qué fue de Jorge Sanz" que cuenta su vida de ficción, la del actor Jorge Sanz,
que aquí también realiza el papel de casero de una casa en la costa de Mallorca. Es un tipo que conoce a la familia desde su adolescencia. Él pinta y lleva una vida bohemia desde que le sucedió un accidente a su mujer y lo dejó tocado. En esa casa frente al mar, aparece una familia, ella interpretada
por Macarena Sanz, y él por Vito Sanz, con una hija que fueron conocidos ya hace tiempo. Pretenden convencerle para que decida sobre su matrimonio roto.
En fin, habla de las relaciones matrimoniales que llegado el caso y pasado el tiempo, pues se desgastan y se rompen. Los amores del inicio se vuelven recriminaciones y de mal rollo. Los recuerdos de la vida pasada y la decisión de la ruptura matrimonial son el hilo conductor de la historia. La relación entre la casera y la chica es cada vez más cercana, sensible. Y todo eso, la vida que fluye y sale a flote.
"Ego" de la directora Hanna Bergholm une la realidad diaria de una familia de dos hermanos, niño y niña, junto a un matrimonio, que, a primera vista, parecen perfectos, pero, al margen, se desarrolla una historia de fantasía. Recuerda, en cierta manera, aquella peli donde un matrimonio adaptaba a un carnero, porque necesitaban un hijo. Hablamos de "Lamb" del director Valdimar Johannsson. Ahora se produce un desdoblamiento del mal,
donde la actriz Siiri Solalinna interpreta el papel de dos caras, por medio de un cuervo gigante a la medida de un humano. La fusión entre ese demonio que actúa a expensas de la hija, porque busca la perfección en la gimnasia que es lo que quiere su madre a toda costa y le produce ansiedad.Esa perfección familiar se ve alterada tanto en el matrimoniales de sus padres como en su vida particular. En fin, al principio, la fantasía parece colocada con un calzador, rechina, pero a medida que avanza el tiempo las interpretaciones pueden ser variadas, diferentes, incluso sofocantes que contagian al espectador.